lunes, 1 de junio de 2009

El cayado del Ángel de Jehová. LIBRO DE JUECES


Observemos el versículo Jueces 6:11-21, muestra claramente que, el ángel (o mensajero) del Señor no es un ser distinto de Dios, sino el mismo Señor que se manifiesta y hace sentir su presencia de manera sensible.

11Entonces vino el ángel de Jehová y se sentó debajo de la encina que está en Ofra, la cual era de Joás abiezerita. Gedeón, su hijo, estaba sacudiendo el trigo en el lagar, para esconderlo de los madianitas, 12cuando se le apareció el ángel de Jehová y le dijo: —Jehová está contigo, hombre esforzado y valiente. 13Gedeón le respondió: —Ah, señor mío, si Jehová está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Dónde están todas esas maravillas que nuestros padres nos han contado, diciendo: “¿No nos sacó Jehová de Egipto?”. Y ahora Jehová nos ha desamparado y nos ha entregado en manos de los madianitas. 14Mirándolo Jehová, le dijo: —Ve con esta tu fuerza y salvarás a Israel de manos de los madianitas. ¿No te envío yo?15Gedeón le respondió de nuevo: —Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo soy el menor en la casa de mi padre. 16Jehová le dijo:—Ciertamente yo estaré contigo, y tú derrotarás a los madianitas como a un solo hombre. 17Él respondió:—Yo te ruego que si he hallado gracia delante de ti, me des señal de que has hablado conmigo. 18Te ruego que no te vayas de aquí hasta que vuelva a ti y saque mi ofrenda y la ponga delante de ti. Jehová le contestó:—Yo esperaré hasta que vuelvas. 19Gedeón se fue, preparó un cabrito y panes sin levadura de un efa de harina, puso la carne en un canastillo y el caldo en una olla y, sacándolo se lo presentó debajo de aquella encina. 20Entonces el ángel de Dios le dijo: —Toma la carne y los panes sin levadura, ponlos sobre esta peña y vierte el caldo. Él lo hizo así. 21Extendiendo el ángel de Jehová el cayado que tenía en su mano, tocó con la punta la carne y los panes sin levadura, y subió fuego de la peña, el cual consumió la carne y los panes sin levadura. Luego el ángel de Jehová desapareció de su vista.

Muchas enseñanzas nos da este pasaje. El llamamiento, la incertidumbre de Gedeón pidiendo señales; la ofrenda que hace, y las maravillas que hace el Señor.

Tenemos presentes que lo que Gedeón fue a preparar para la ofrenda, era demasiado para un solo hombre. Comer un cabrito y el efa de harina alcanzaba para muchas personas. Aunque no se sabe la medida exacta de la ofrenda, sabemos que fue demasiado, a sabiendas que había tiempo de escasez en esa época. Gedeón entiende que la “visita” era de alguien Especial. Pide señales para corroborar si en verdad era el Señor. A veces somos así cuando recibimos un llamado; y debemos compensar al Señor llevándole nuestras mejores ofrendas.

Pero hay algo que me causa curiosidad en este versículo y es el cayado, (en otras versiones habla sobre bordón o bastón) que tiene en la mano el Ángel de Jehová. Es el mismo Ángel de Jehová que aparece en Génesis a Agar, sierva de Sarai. (Gen 16:7); nótese que los ángeles (además de todas las características físicas que habla la Palabra de Dios) generalmente tienen espada.

La palabra cayado, bastón, bordón, vara viene del hebreo matteh. Vemos que una vara puede simbolizar poder espiritual como la de Moisés, la vara de Aarón, varas que significan autoridad.

La vemos en Exodo 17:8-9: Después vino Amalec y peleó contra Israel en Refidim. 9Y dijo Moisés a Josué: —Escoge a algunos hombres y sal a pelear contra Amalec. Mañana yo estaré sobre la cumbre del collado con la vara de Dios en mi mano.

He tratado de investigar si los ángeles de Dios además de tener espada, tienen un cayado. Continuare con la búsqueda porque no soy muy docto en la Palabra. Lo cierto de todo es, que se necesita un estudio mas profundo para conocer sobre ello.

Cuando Dios quiere algo de ti, El conoce tu corazón. Sabe a quien asignar responsabilidades porque esta al tanto de como vas a responderle. Escogió a Abraham, a Jacob, a Noé, a Isaac, porque conocía sus corazones.

Por ultimo, los versículos nos enseñan también el cuidado que debemos tener al darle nuestras ofrendas a Dios. Gedeón puso la carne sobre la peña y derramo sobre ella el caldo y de allí en adelante Dios dispuso de la ofrenda. De la peña subió fuego que consumió la ofrenda. Cuidado con lo que le ofrecemos al Señor y cuidado con dudar sobre las cosas de Dios.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hermano. Dios te bendiga. perdona que cambie el tema por un momento, pero te invito a que te unas a nosotros en una manifestación pacífica en la red por la libertad del pueblo cubano, pues este primero de junio se ha apartado para ello. Te invito a ver el ícono que puse en mi blog y te animo a apoyarnos con alguna imágen que tú elijas.

ABEL ADAN dijo...

Están en mis oraciones Ali.

Gracias por la información.

Dios te continúe bendiciendo gran amigo.