jueves, 10 de noviembre de 2011

UNA ORACION POR LOS NIÑOS DEL PLANETA

Permíteme un tanto de tu tiempo, para Orar por nuestros muchachos, nuestros pequeños, chicos, jóvenes, recién nacidos.

Estimado Dios de Israel, Soberano Padre Celestial, te adoramos y te alabamos, porque eres Grande, Santo y Poderoso; Rey Fiel, Fortaleza nuestra, te damos gracias por nuestras vidas, por nuestra salud, por encaminar nuestro Espíritu a tu Santo Nombre; te damos gracias por Tu Misericordia Señor, haznos limpios ante tu presencia, perdona todos nuestros pecados Dios, tu que nos atiendes con la Potencia Salvadora de tu Diestra. Hoy, en este momento Dios de Israel, te pedimos por todos nuestros pequeños, los niños del mundo, de todos los continentes, de todas las naciones, de toda raza y lengua, dales cobertura Padre Celestial, cúbrelos con tu sangre preciosa Señor Jesucristo, Bendícelos, que Seas Escudo, Roca fuerte, rodéalos a tu favor Señor, que seas Alto refugio, que seas fuerza de Salvación, atiéndelos con tu brazo potente, con la fuerza de tu mano, úngelos con tu Santa Unción, en El Nombre Poderoso de Jesucristo.

Gracias Señor, porque eres Nuestro Rey, Santo de Israel, porque en tu Nombre se alegran los justos, Gracias Padre, Gracias Hijo, Gracias Espíritu Santo; Digno Eres Señor, Amen y Amen.

Gracias por tu Oración. Dios te continúe Bendiciendo.

jueves, 3 de noviembre de 2011

DON DE HACER MILAGROS

Tengo que confesar que pretendía comenzar esta enseñanza con las experiencias que Dios ha mostrado a mi vida. Este poder hace que ocurra lo imposible. Exponer cómo opera el don de HACER MILAGROS no es tarea fácil. Muchos hombres han querido jugar a ser “Dios”, y engañan a la gente haciéndose pasar por importantes. El don de Hacer Milagros no proviene del poder del hombre, proviene del Poder del Dios de Israel, del Espíritu Santo que reparte la dádiva como Él quiere y exalta el Nombre de Jesús de Nazaret.
Ningún don es más importante que el otro. TODOS son importantes para la Iglesia de Cristo Jesús, porque se constituyen para la edificación de la misma.
Te contaré algo. El don de Hacer Milagros es un don que IMPACTA. Porque el Espíritu Santo es el DADOR y en la medida de Su Voluntad opera a través nuestro. Es una comunión tan compacta con Él, un sometimiento tan abrumador que LLENA, impresiona y conmueve.

Comenzaremos definiendo la palabra Milagros. En el diccionario hispano la puedes encontrar así:
Hecho que no se puede explicar por las leyes naturales; o Hecho sensible superior al orden natural atribuido a Dios; Suceso o cosa rara, extraordinaria y maravillosa.

Antes que nada, siento la obligación de decirte algo: TODO lo creado lo sostiene Dios. TODO absolutamente TODO está sujeto a su Voluntad soberana y tiene un carácter distintivo en su actividad, que es muy distinto a los actos que hace el hombre, o dioses falsos.

Estamos frente a actos sobrenaturales, diferente a los acontecimientos naturales. Aquí no valen las argucias filosóficas que presentan un obrar con explicaciones cerradas o decretos rígidos que tratan de poner el universo como si fuese una máquina. No señores; el Dios de Israel, Jesucristo es el Alfa y el Omega, conoce el principio y el fin. ÈL Hizo todas las cosas, Él es Inmutable. 

Pues empecemos con este hermoso don, Hacer Milagros. Te contaré que la Palabra Milagros en el capítulo de 1 de Corintios 12:10 de la Biblia, está en PLURAL. Miremos esta palabra en un diccionario griego su traducción:
MILAGROS:
1. dunamis (duvnami"), poder, capacidad inherente. Se usa de obras de origen y carácter sobrenatural, que no podrían ser producidas por agentes y medios naturales. Se traduce «milagros» en Mt 7.22; 11.20, 21,23; 13.54,58; Mc 6.2,5; 9.39; Lc 10.13; 19.37; Hch 2.22; 8.13; 19.11; 1 Co 12.10, 28,29; 2 Co 12.12; Heb 2.4.
2. semeion (shmei`on), señal, marca, prenda. Se usa de milagros y maravillas como señales de autoridad divina. Se traduce «milagros» en la rv en Hch 4.22,30; 5.12; 6.8; 7.36; 8.13; Ro 15.19 (en la rvr se traduce «señal/es»).
Recodemos que antes de la palabra “milagros” está la palabra “hacer”; en vocablo griego es energemata: "operaciones" o "implementaciones"- “Facultades de Obrar”, “eficacia”. Como resultado final tenemos energemata dunamis. 

Con lo anterior podemos definir que el don de HACER MILAGROS es una manifestación sobrenatural del Poder de Dios, que conmueve y cambia las leyes de la naturaleza. Es Dios quien posee el control, y muda lo natural a un plano sobrenatural.
En la Palabra de Dios tenemos innumerables milagros, tanto en el antiguo, como en el nuevo testamento. En ocasiones Dios mismo los hace o usa hombres como instrumento para ello. 

Moises fue testigo cuando salió agua de la peña Exodo 17:1-6, Josué vio cuando se detuvo el sol Josue 10:12-13, Elías oró para que descendiera fuego del cielo 1 de Reyes 18:37.
Eliseo hizo flotar un hacha de hierro 2 reyes 6:1, Isaías y el rey Ezequías vieron cuando la sombra retrocedió diez grados en el reloj de acaz 2 Reyes 20:7, y muchos otros Milagros más.

De Jesús podemos nombrar la provisión milagrosa de alimentos a cinco mil personas, cuando curó a leprosos, resucitó muertos, calmó la tormenta, caminó sobre las aguas, seco la higuera, convirtió el agua en vino, apareció a los apóstoles y muchos maravillosos milagros más. 
Aunque no siempre le fue fácil porque en Mateo 13: 58 encontramos “Y no hizo allí muchos milagros debido a la incredulidad de ellos”. Yo me imagino que estar al lado de Jesus, para ese tiempo, debió ser una experiencia tan maravillosa, tan estupenda y extraordinaria, que el impacto de los milagros me haría lanzar muchos interrogantes. Con lo anterior quiero hacer énfasis, en las respuestas y las acciones de sus discípulos y de las personas que recibían el milagro; veamos algunas de ellas:

-¿Quién es este, que aun el viento y el mar lo obedecen?-


-¿Cómo es que se secó en seguida la higuera?-


-Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió glorificando a Dios a gran voz, y se postró rostro en tierra a sus pies dándole gracias. Este era samaritano.-
-Entonces los que estaban en la barca se acercaron y lo adoraron, diciendo:—Verdaderamente eres Hijo de Dios.-

-Entonces aquellos hombres, al ver la señal que Jesús había hecho, dijeron: «Verdaderamente este es el Profeta que había de venir al mundo»- (cinco mil panes).


Creo que el don de Hacer Milagros opera en nosotros de una manera tan maravillosa que altera todo lo natural para hacer la Voluntad del Señor. Debemos someternos a su Autoridad, ser aprobados ante ÈL; creo que en ese lapso de tiempo, debes abandonarlo todo, puestos los ojos en ÈL, hacer Su Justicia, operar adicionalmente con la fe; te imaginas si Dios te usa para caminar sobre las aguas, o para decirte que “mandes quietud” a una tormenta? Genial ¡; quedaríamos perturbados, quizás emocionados, pero el ACTO es para Honra a ÉL, para que las señales y maravillas que el Espíritu Santo hace, sean para la edificación del cuerpo de Cristo. Es obvio que este DON no es para emociones; el don de Hacer Milagros es Poder Sobrenatural que viene del Espíritu Santo.

Cabe anotar que en los últimos tiempos vendrán hombres con apariencia de piedad y harán señales y falsos milagros, y engañaran a muchos cristianos; ese tema más adelante lo veremos con análisis detallado;
Es por ello que el don de Hacer Milagros no enaltece la gloria de un hombre, enaltece la Gloria del Único y Verdadero Dios de Israel, Jesucristo nuestro Señor, en el Nombre de Jesús.

martes, 18 de octubre de 2011

DONES DE SANIDADES

Precioso don, DONES DE SANIDADES.
1 DE CORINTIOS 12:7 DICE: Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu;
a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu.
MAS ADELANTE NOS DICE LA PALABRA DE DIOS:
12:29 ¿Son todos apóstoles? ¿son todos profetas? ¿todos maestros? ¿hacen todos milagros?¿Tienen todos dones de sanidad? ¿hablan todos lenguas? ¿interpretan todos?.

Debemos observar algo. Los términos “dones” y “sanidades”(carismata iamaton) en el griego, son plurales. Nos sugiere (y en una opinión respetada) que hay muchos dones de sanidades para enfermedades distintas.
La sanidad fue y ES muy común en el Ministerio de Jesucristo. En ocasiones debía operar con la fe. Recordemos también la gran comisión que nos dio Jesucristo: En Marcos 16:17 Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;
tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.

Sanar significa restituir la salud que has perdido. Restablecerse, aliviarse, curarse, reponerse, mejorarse. Jesucristo SANA TOTALMENTE, créelo y mira los testimonios en la Palabra de Dios.
Recordemos que el creyente es el vehículo de poder, y la SANIDAD es la Obra del Espíritu Santo.
Respecto a la ciencia médica damos gracias a Dios por lo que ella pueda hacer. No estamos en contra de ella; los hospitales, los doctores, todos son necesarios para cuidar la salud de los ciudadanos; pero la SANIDAD SOBRENATURAL, no viene propiamente de una receta secular, una diagnosis o un examen, proviene del Poder de Dios, Poder de Jesucristo, Poder del Espíritu Santo.

Nos acordamos que los dones de sanidades son para los necesitados; para que la Iglesia de Cristo crezca.


Las enfermedades o dolencias son comunes entre nosotros. En ocasiones dichas enfermedades, dichas dolencias son debido a la caída del hombre en el pecado, en otras ocasiones no. En Juan 9:3 y Juan 9:14 puedes ver unos ejemplos.
También el Espíritu Santo en ocasiones no concede la sanidad. Las razones están en la Palabra de Dios, miremos:
La incredulidad es una, y es la que marca la no asignación de la sanidad, en Marcos 9:24 puedes leer; En ocasiones también NO hay sanidad por razones que desconocemos y que más adelante nos serán reveladas: puedes leer 2 de Corintios 12:7-10.
Pero vamos a mirar como Obra el Espíritu Santo en los dones de sanidades según el libro de Hechos, a través de los apóstoles, veamos:
  • Con Pedro y Juan en Hechos 3:1-11
  • Con solo Pedro en Hechos 5:15
  • Con Felipe el evangelista en Hechos 8:5-7
  • Con Ananías, Hechos 9:17-18
  • Con Pedro en Hechos 9:32-34
  • Con Pablo en Hechos 14:8-10, y el capitulo 28:7-9.
En cada uno de estos procesos, hubo sanidades. La Palabra de Dios, en el Libro de Hechos nos revela muchas dolencias que fueron sanadas; cojera, diversas enfermedades, parálisis, ceguera, debilidades, fiebre, disentería; NO HAY ENFERMEDAD, DOLENCIA O MALESTAR QUE NO PUEDA SER SANADO POR LOS DONES DE SANIDADES; así de sencillo mi estimado amigo.
Además; debemos entender que NO EXISTE un modelo fijo de operación de los DONES DE SANIDADES. Dios no quiere que adoctrinemos un “patrón”, una pauta para aplicar la SANIDAD. Podemos ver varios ejemplos en el Libro de Mateo: Un toque, una Palabra expresada, una orden, el levantamiento con la mano, el ungimiento de lodo en los ojos; un trabajo digno de nuestro Señor Jesucristo.
Es bien visto que en la mayoría de los casos Dios obra con la Palabra expresada a través de sus instrumentos que somos nosotros, por eso es bueno tener presente que quien direcciona los dones de sanidades es el mismo Espíritu Santo.
Quien posea el don, DONES DE SANIDADES, tiene una responsabilidad muy grande; tiene que ser para edificar la iglesia de Cristo, en ningún caso dicho don se usa para personas exclusivas o grupos especiales.

Experimentar el don, es caminar sobre la Fe; una Fe indescriptible, que nos lleva al plano de lo sobrenatural.
Quiero agregar algo; en lo personal he visto operar el Don en la iglesia, lo he vivido, porque Cristo me ha curado, ha sanado a mi familia, a muchos amigos; doy gracias a Cristo Jesús por esta obra maravillosa; así que si tú tienes este precioso y poderoso don, si el Espíritu te lo dio como Él quiso, debes ser eficaz, ponerlo a disposición de la Iglesia de Dios, con intensidad y fuerza, no lo dejes dormir, porque solo Dios sabe que te ha dado esa autoridad, ese poder para que lleves en alto Su Nombre y para que muchos en Su Nombre sean sanados, en el Nombre de Jesús, Amén.



jueves, 15 de septiembre de 2011

DIGNO ES EL SEÑOR


En una gran iglesia, no se conoce en qué lugar, muchos pastores asistían a un homenaje de veneración y respeto a nuestro Señor Jesucristo.

En aquella reunión estaban muchos teólogos y maestros de la Palabra de Dios. Numerosas personas se aglomeraban muy cómodamente y de manera organizada; familias, esposos, hijos, todos unánimes en un mismo sentir.
Estaban sobre el pulpito muchos predicadores, evangelistas, críticos del evangelio, grandes siervos de Dios, apóstoles y profetas, participando en dicha reunión.

De repente empezó la alabanza y la adoración. Conformes y de acuerdo con la aclamación se situaron muchos en fila sobre el púlpito. Al final de la línea se hallaba una niña. Luego de la pausa, en medio de un silencio tenue, quien dirigía el culto empezó a interrogar con una sola pregunta a cada uno de estos siervos de Dios.

La cuestión de la pregunta para todos era:
¿Quién es para Ud. Jesucristo de Nazareth?.
Todos querían empezar a hablar, predicadores, evangelistas, críticos e Investigadores de la Palabra de Dios, apóstoles, profetas y al fondo en lo último de la fila, la niña, quien continuaba observando la algarabía de ser el primero en responder.

Uno a uno empezó a responder cada uno de los mayores. Daban testimonio de nuestro Señor; Unos decían que El nos salvo y nos llamó con llamamiento santo, que somos participes de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios, que El es poderoso y guarda depósito para aquel día.

Todos querían reforzar sus respuestas, agregando más y más de la Palabra de Dios. Sumaban, complementaban, añadían, adicionaban sus replicas y objeciones, tanto así que el tiempo pasaba y pasaba, hasta limarse el final. Después del tiempo, después de escuchar los retoques, y escuchar perfeccionarse sus argumentos, le correspondió hablar a la niña.

Bajo la mirada penetrante de quien dirigía el culto, bajo la expectativa de las personas que estaban allí, la niña se limitó a responder: -Solo sé que…, EL VIVE- ¡!....
Así es. Dos palabras resumían lo que habían expuesto los mayores. Los niños a veces ven lo que no podemos entender. La niña apenas empezaba a leer la Palabra de Dios y al final nos dice: -El Vive-. Muchos de nosotros aún no terminamos de conocer a Nuestro Señor Jesucristo, y repetimos lo que leemos, pero en ocasiones no le damos la convicción necesaria de que Jesús vive.

El está vivo, una respuesta profundamente sabia para aquellos que discuten y tratan de abarcar la Palabra de Dios con muchos adornos sobre la mesa. Disfruta el pan que a diario Jesús te da, y dalo de comer a quien lo necesite.
Bendiciones en Cristo Jesús.

martes, 9 de agosto de 2011

HE AQUI YO ESTOY A LA PUERTA Y LLAMO

La primera vez que estuve en una humilde iglesia en la ciudad donde hice mis estudios universitarios, encontré muchas cosas que me dejaron impactado. Esas cosas, esos detalles, esos sucesos que ahora, en estos momentos comprendo y entiendo, fueron para mí una referencia de nunca olvidar.
Quisiera describir esos acontecimientos, como cuando no conocía de Dios, porque posiblemente pueda que así, las palabras sean más perspicaces.

Cuando llegué a la iglesia sentía temor. Un temor que invadía mis pensamientos, mis manos y mis piernas. No entendía el porqué de ese temor. Entré y noté a unos señores muy ancianos en la primera fila. Su cara, su rostro era de eterna paz. En el atrio, en el pulpito, un joven que hablaba y hablaba sobre las maravillas que el Señor había hecho anteriormente y las maravillas de hoy. 

Me dirigí al centro de la iglesia y tome asiento. Puse mis manos en mi cabeza, y miré al piso; en mis pensamientos me decía: - estás loco -. Nunca olvidaré ese día. No quería que me observaran, no quería llamar la atención, no quería hablar. El ambiente estaba con una armonía indescriptible. 

A mi lado estaban personas llorando, y no entendía nada. Personas con las manos levantadas, algunas cerraban sus ojos como esperando muestras de algo. De repente, detrás de mí, un anciano se inclinó al piso, arrodillado puso sus manos en su asiento. Me dije: - ese señor está orando por todos aquí -. Yo me encontraba sobre mis pies. Personas de todas las edades y razas estaban con sus rostros mostrando una sed de algo. 

En ese mismo instante, en el púlpito, se puso sobre sus pies un anciano, y con un rostro que resplandecía, alzaba sus manos y miraba al cielo. Me sorprendió su elocuencia ante ese silencio reverenciado del lugar. Luego, su rostro miraba al piso y empezó a llorar. Yo sentí una sensación extraña, como de arrepentimiento. Un estado de culpa. Un estremecimiento corrió por mi mente y cuerpo. Abrí mis ojos para observar la conmoción que tenían las personas a mi lado. No concebía nada. Nunca había llorado y lloré. Nunca había reído como ese día, y reí. Nunca había sentido una PAZ, un GOZO tan espectacular como ese día. Sentí un ALIVIO, un GUSTO, una complacencia por lo que estaba pasando.

Muchas personas se abrazaban, otras cantaban, y allí observaba esa escena. Madres, hijos, padres, ancianos, niños pasaban sobre el pulpito a manifestar un mensaje. Digo que era un mensaje, porque en realidad era un testimonio. Una confirmación de lo que les había pasado a ellos. Mi mente y mis ojos estaban desconectados. Lloraba pero no sabía porque. Alguien alguna vez me dijo, que el EVANGELIO es para VALIENTES; te voy a decir algo, tú que lees este mensaje, estos escritos, Jesús es real, Él existe, nos ve, nos acompaña, nos consuela, nos SALVA; tienes que seguirle, tienes que alimentarte del Pan diario de su Palabra. 

Esa noche, hablé personalmente con el anciano del pulpito. Me sorprendió aún más cuando oro por mí,… cuando me dijo apartes de mi vida pasada, de lo que estaba aconteciendo en mi vida en esos momentos y lo que Dios tenía para mí. Estuvo en lo cierto. Fue confirmado más adelante por un niño, un profeta, cuyo suceso me hace constatar que tengo la fuerte convicción de que Jesucristo VIVE, que está aquí, que le abrí la puerta para que hiciera morada y compartiera el pan conmigo; a Él sea la Gloria, a Él sea la alabanza, Él es TODO para mí y para mi familia.

En el Nombre de Jesús.

Dios te bendiga.

sábado, 16 de julio de 2011

QUE QUIERE DECIR LA EXPRESION HOSANNA

Hosanna. Una expresión muy bonita. Nuestro diccionario de la real academia de la lengua española la define como exclamación de júbilo, usada en salmos y en la liturgia cristiana y judía.


El origen de esta palabra proviene de una exclamación a través del griego: hÇsanná, con acento en la última sílaba; a su vez proviene de la palabra hebrea: hôsha{-nâ), en Arameo hôsh(âh nâ)donde podemos encontrarla en el libro de los Salmos 118:25). La expresión traduce "Salva, te rogamos", "Salva, ahora" o "Ayuda, te pedimos".

El término también es usado en el último día de una festividad judía, que se llama Hoshaná Rabá.

En la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, vemos la expresión Hosanna.

Entonces los discípulos fueron e hicieron como Jesús les mandó. Trajeron el asna y el pollino; pusieron sobre ellos sus mantos, y él se sentó encima. La multitud, que era muy numerosa, tendía sus mantos en el camino; otros cortaban ramas de los árboles y las tendían en el camino. Y la gente que iba delante y la que iba detrás aclamaba, diciendo: «¡Hosana al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosana en las alturas!».

Hosana; un grito de aclamación; Es imposible amar a Dios sin alabarle, imposible alabar a Dios sin amarle;.. me recuerda también al nacimiento de Jesús. Aunque los angeles no dijeron Hosana, sino:
«¡Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!».


Esta vez, en la entrada sobre Jerusalén, los hombres engrandecían, exaltaban su nombre, no sólo aquí en la tierra, sino en las alturas. Imaginemos ese ingreso, esa acogida a Nuestro Señor Jesucristo; la gente entendía que se cumplía la profecía, porque allí estaba el Salvador. Tendían sus mantos y las ramas que cortaban de los arboles; era una ovación, un homenaje al Rey de reyes.

Para muchos, “Hosana” no es una expresión de alabanza; pero al pronunciarla en hebreo, en griego o el castellano nos invade esa forma de enaltecer y honrar el nombre de Dios; ÉL nos protege y nos ampara como lo hizo con aquellas personas en Jerusalén, la cual les dio paz en la tierra y en el cielo.

Bendito el que viene en el Nombre del Señor, Hosana en las alturas, en el Nombre de Jesús de Nazaret.
Dios los bendiga.

lunes, 11 de julio de 2011

HUMILDAD Y SERVICIO FRATERNAL


 Se levantó de la cena, se quitó su manto y, tomando una toalla, se la ciñó. Luego puso agua en una vasija y comenzó a lavar los pies de los discípulos y a secarlos con la toalla con que estaba ceñido. Cuando llegó a Simón Pedro, este le dijo:

—Señor, ¿tú me lavarás los pies?
Respondió Jesús y le dijo:
—Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora, pero lo entenderás después.

Pedro le dijo:
—No me lavarás los pies jamás.
Jesús le respondió:
Si no te lavo, no tendrás parte conmigo.

Le dijo Simón Pedro:
—Señor, no solo mis pies, sino también las manos y la cabeza.
Jesús le dijo:
—El que está lavado no necesita sino lavarse los pies, pues está todo limpio; y vosotros limpios estáis, aunque no todos.

Él sabía quién lo iba a entregar; por eso dijo: «No estáis limpios todos».

Así que, después que les lavó los pies, tomó su manto, volvió a la mesa y les dijo:
—¿Sabéis lo que os he hecho? Vosotros me llamáis Maestro y Señor, y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros, porque ejemplo os he dado para que, como yo os he hecho, vosotros también hagáis. De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que lo envió. Si sabéis estas cosas, bienaventurados sois si las hacéis.

Para muchos es un capitulo muy conocido. Muchas enseñanzas podemos extractar de este capitulo. Este es un claro ejemplo de humildad y servicio fraternal.
A través del tiempo y sobre todo hoy, la iglesia necesita de servidores humildes, y no autoproclamadores de obras en el evangelio.
Dios nos enseña a lavar los pies de los demás. A entregarnos a ese amor entre hermanos. Recordemos que El muda las edades y los tiempos, quita reyes y pone reyes, da sabiduría a los sabios y ciencia a los entendidos.

Que el Dios de Israel te continúe bendiciendo.

jueves, 16 de junio de 2011

PRESUMIR DE LA GRACIA DE DIOS

El mostrarse orgulloso de si mismo, y alardear de nuestras propias cualidades no es agradable para Dios. En ocasiones nuestras actitudes voluntarias o involuntarias en diferentes situaciones, no son bien vistas por nuestros semejantes.


Jactarse o vanagloriarse del propio obrar, es signo de un ser engreído, y envanecido; generalmente esta clase de personas no son amables al considerar el trato con los demás.
Pero¿ “presumes” de la Gracia de Dios?


Ante los ojos de Dios es una molestia y causa mala impresión. Para nuestros hermanos resulta a veces irritante, y también penoso. La PALABRA DE DIOS nos advierte acerca de impedir cualquier pensamiento que nos haga PRESUMIR de la Gracia de Dios.


Velad y orad para que no entres en tentación (Mat26:4)
Nada hagáis por rivalidad o por vanidad; antes bien, con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo. No busquéis vuestro propio provecho, sino el de los demás. Filipenses 2:3.
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús. Filipenses 2:5.
¿O pensáis que la Escritura dice en vano: «El Espíritu que él ha hecho habitar en nosotros nos anhela celosamente»? Pero él da mayor gracia. Por esto dice: «Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes». Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. Santiago 4:5-7.


Lo anterior es una exhortación para aquellos que “usan” la Gracia de Dios para su provecho personal; la intelectualidad, el conocimiento pretencioso de la Palabra de Dios, muchas veces nunca nos damos cuenta que éstas actitudes nos llevan al exceso de valoración personal creyéndonos superiores a los demás. El exceso de estimación propia nos lleva a que nuestras relaciones personales se apoquen con la altanería o la arrogancia terminando en pecado.

En la Palabra de Dios encontramos diferentes hombres que “presumieron” de su Gracia, David, Saul, Salomón; adquirieron un sentimiento de altivez y orgullo frente a los demás, en ocasiones después de tener el trato de sumisión con Dios, sus corazones cambiaron y ellos infundían soberbia y vanagloria; atribuirnos méritos personales, o jactarnos de esfuerzos propios no es agradable ante Dios; podemos encontrar el mismo ejemplo con las Naciones en el mundo, el más fuerte a veces se jacta de su poder con las naciones pequeñas….. o en la misma iglesia, con los aplausos a decoro propio, pero el Dios de Israel es misericordioso.

Debemos tener cuidado con el trato de modo despectivo hacia los demás ya que no es agradable a Dios, porque al final y en la mayoría de las ocasiones se cumple lo dicho por el Señor en su Palabra:

“…sino que lo necio del mundo escogió Dios para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia. Pero por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención, para que, como está escrito: «El que se gloría, gloríese en el Señor. 1 corintios 1:27-31.

Recuerda que no hiciste nada por obtener la Gracia de Dios.

Jesús de Nazareth les ama.

En el Nombre de Jesús.

Pd; porqué puse dibujos de caminos? Porque Jesucristo nos guía por sendas de Justicia. A Él sea la Gloria.