Dime, ¿qué alimentos suministras a tu cuerpo?
¿Qué alimentos suministras a tu Espíritu?
Necesitas dar alimento a tu cuerpo para el normal funcionamiento del mismo. En igual manera te sostienes con proteínas y carbohidratos. También con ejercicios y respiración.
Pero el Espíritu necesita un solo alimento, esencial, para la subsistencia y el desarrollo; ese alimento es la PALABRA DE DIOS.
Cuando conoces a Nuestro Señor Jesucristo tu manera de vivir es diferente. Tu alimentación espiritual comienza con la lectura de la Palabra de Dios. Tu alimentación corporal empieza a cuidar el templo de Dios.
La primera referencia de la palabra carne en la Biblia aparece en Génesis 2:21, Entonces Jehová Dios hizo caer un sueño profundo sobre Adán y, mientras este dormía, tomó una de sus costillas y cerró la carne en su lugar, tras tomar una costilla de Adán para hacer a Eva. Así carne (hebreo basar), es lo que forma el cuerpo del hombre. Otra referencia aduce que La carne no es duradera Sal 78:39. Se acordó de que eran carne, soplo que va y no vuelve..
Pero pongamos especial cuidado en diferenciar las alusiones al cuerpo (gr soma) y a la carne (gr sarks).
Cuando el hombre se RIGE POR SUS INSTINTOS Y SUS PENSAMIENTOS afecta definitivamente sus sentimientos, deseos, pasiones, motivaciones y se va en contra de la voluntad de Dios.
Gálatas 5:17 porque el deseo de la carne es contra el Espíritu y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisierais”.
Cuando tus impulsos y tus actos gobiernan tu cuerpo, gobiernan tu espíritu, estás en contra de la voluntad de Dios.
Romanos 8:1. Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
El Espíritu Santo nos controla y nos da vida; he allí como debemos andar.
En 2 Corintios 10:2-4, Aunque andamos en la carne, no militamos según la carne, porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas- el uso de la palabra carne con los dos sentidos aparece expuesto claramente.
Cuando tu MILITAS según la carne, estás haciendo obras negativas y en contra de la voluntad de Dios, pero si tu guía es el Espíritu Santo tu naturaleza carnal se aparta y eres victorioso.
Galatas 5:18-25. Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la Ley. Manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lujuria, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, divisiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas. En cuanto a esto, os advierto, como ya os he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
En la Biblia, la palabra carne, (en griego sarks o sarkós) se emplea para referirse a: (1) carne, como alimento (2) carne como cuerpo físico (3) carne como naturaleza humana (4) carne como descendencia humana o raza (5) carne como naturaleza pecaminosa del hombre (6) carne como ser humano o persona (7) carne como vida terrenal (8) carne como impulso sexual o deseo sexual; dependiendo del contexto donde te ubiques en la palabra de Dios, haces la referencia del asunto.
Un ejemplo; si escoges “Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis”. Gálatas 5: 16, 17; en este contexto la palabra “carne” hace referencia a la naturaleza pecaminosa del hombre.
Esto no quiere decir que evites la carne y trabajes sólo el espíritu. Ambos trabajan juntos, las cosas que tu vayas a realizar, no las hagas con tus propias fuerzas, pon todo, tu voluntad y tu espíritu en manos del Espíritu Santo; debemos permitir que Su complacencia trabaje en la carne y en el espíritu y Gritarás VICTORIA ¡en el poderoso Nombre de Jesucristo de Nazaret.
Esto no lo alcanzas de la noche a la mañana. Es un caminar diario, una disciplina en la que permites que Dios entre en tu vida. Es una lucha contra la tentación que no agrada al Señor.
Todo aquello en que intentes operar en una esfera totalmente independiente a la confianza de Dios y opuesto a su voluntad te llevará a regirte por tus instintos por tu voluntad y no es agradable para Dios.
En la biblia podemos encontrar numerosos ejemplos de tentaciones de la carne:
Un día, al caer la tarde, se levantó David de su lecho, y se paseaba sobre el terrado de la casa real, cuando vio desde el terrado a una mujer que se estaba bañando, la cual era muy hermosa. Envió David a preguntar por aquella mujer, y le dijeron: «Aquella es Betsabé, hija de Eliam, mujer de Urías, el heteo». Envió David mensajeros que la trajeran, y la tomó; cuando llegó, él durmió con ella. 2 SAMUEL 11:5
David era un hombre de una carácter particular, un hombre conforme al corazón de Dios (1 Samuel 13:14) David se enteró a primera vista que Dios no muestra parcialidad con nadie. Su reputación anterior de ser un hombre conforme al corazón de Dios fue profundamente dañada, y muchos otros cayeron en pecado debido a su mal ejemplo. En lugar de alejarse de la lascivia que sentía en su corazón, deshonró la relación familiar ordenada por Dios entre Urías y Betsabé, robándole la esposa a su prójimo. Tratando de cubrir este delito, David cometió otros pecados.
El trato de Dios con nosotros es profundo, que seamos bendición para los demás. Las consecuencias del pecado de David fueron evidentes.
Veamos otro ejemplo. “José era de hermoso semblante y bella presencia, y aconteció después de esto, que la mujer de su amo puso sus ojos en José, y le dijo: Duerme conmigo. Pero él no quiso, y dijo a la mujer de su amo: Mi señor no se preocupa conmigo de lo que hay en casa, y ha puesto en mis manos todo lo que tiene. No hay otro mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha reservado sino a ti, por cuanto tú eres su mujer. ¿Cómo, pues, haría yo este gran mal, y pecaría contra Dios?.
Hablaba ella a José cada día, pero él no la escuchaba para acostarse al lado de ella, para estar con ella, Pero aconteció un día, cuando entró él en casa a hacer su oficio, que no había nadie de los de casa allí. Entonces ella lo asió por la ropa, diciendo:
Duerme conmigo. Pero él, dejando su ropa en las manos de ella, huyó y salió. GENESIS 39:6
José siempre triunfó en la adversidad. Fue el undécimo hijo de Jacob, su primero de Raquel. Mimado, fue vendido a Egipto y anduvo con el Señor.
Con los dos ejemplos anteriores damos a entender que debemos evitar la sensualidad; probablemente nuestros ojos pueden ser un arma de doble filo. Para bien o para mal, debemos apartar nuestra mirada a los malos pensamientos, a todo aquello que aparte al hombre de la Voluntad divina de Dios. A Dios no le agrada que te dejes guiar por tus conocimientos, por tus instintos, ya que eres débil; siempre hay que andar con Cristo en nuestros corazones, para no caer en tentación, como lo hizo José.
La carne denota la personalidad total del hombre organizada en la dirección equivocada, y dirigida a empresas puramente terrenales en lugar del servicio para Dios.
Alimenta tu cuerpo y tu espíritu con la Palabra del Dios de Israel; en el poderoso Nombre de Jesús de Nazaret, amén.
Dios te continúe bendiciendo.