También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre y no desmayar, diciendo: «Había en una ciudad un juez que ni temía a Dios ni respetaba a hombre. Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él diciendo: “Hazme justicia de mi adversario”. Él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: “Aunque ni temo a Dios ni tengo respeto a hombre, sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo me agote la paciencia”».
Y dijo el Señor: «Oíd lo que dijo el juez injusto. ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿hallará fe en la tierra?
LUCAS 18: 1
Bien, me puse en la tarea de revisar en la Biblia los numerosos estudios de este precioso capitulo. Encontré bastante tema para recortar. Las predicas de diferentes pastores, en audio y video, notas escritas por viejos y nuevos hijos de Dios, interesantes despliegues; al final y después de tanto esfuerzo quería hacer una exposición. Pero no pude.
Me propuse a revisar el libro de Jueces, y estudiar la “actitud” de aquellos personajes que se esforzaron por dirigir a las tribus israelitas y mantenerlas a salvo de la hostilidad de sus vecinos. Eran administradores de justicia. Ellos actuaron como instrumentos de Dios, suscitados y movidos por el Espíritu Santo, para llevar una misión especial. Pero estos no eran la clase de jueces que dice el libro de Lucas.
El juez que relata el libro de Lucas es todo lo contrario, un juez “injusto”. Entendí que era mejor estudiar los jueces de esa época, aquellos que se encargaban de lo judicial y de otras tareas administrativas.
Este juez era arrogante, incrédulo, carente de consideración, que no tenía cortesía ni tenía moral estricta ni temor de Dios en su corazón.
La viuda en cambio, era una mujer que necesitaba ser protegida de los inescrupulosos. Quizás en esa época había que auxiliarlas de sus tribulaciones, así hubiesen quedado bien provistas económicamente; pero en su mayoría las viudas eran mujeres necesitadas.
Mi labor de investigación seguía; pero quería algo más revelador; y me hice una proposición. Doblar rodillas cada noche, para encontrar y descubrir lo que el Señor me quiere decir con la Parábola.
Y rogaba, pedía y suplicaba. Trataba de encontrar alguna contestación; y buscaba la Parábola en otras versiones de la Biblia; y continuaba orando, para encontrar una definición.
Al principio observé que Dios defiende a sus escogidos que Oran pidiéndole ayuda día y noche…. Pero un momento,… tuve una reacción… noté que todos estos días el Señor me estaba doctrinando ….. Le pedía que me explicara su Palabra….. y cierto..me estaba enseñando…… ¡! Fe, esa es la explicación. Wau!, es increíble, Dios siempre contesta.
Jesús nos enseña a Orar siempre sin desanimarnos. Él no tarda en respondernos, nos contesta de inmediato. La Oración es una experiencia única, hay que mantenerse constante en lo que se ha comenzado. Continuamente debes Orar; la viuda va con mucha paciencia y persiste al mal juez, quien en su exaspero y después de tanto tiempo le presta colaboración.
Ahora tú, en la posición en que te encuentres, seas rico o pobre, enfermo o saludable, abatido o vencedor, le Ores con paciencia, con suavidad a Dios, constantemente, al Dios Justo y Verdadero de Israel, a Jesucristo Nuestro Señor,…¿crees que tardará en responderte?
Tengo la plena convicción, tengo la Fe que Jesucristo NUNCA falla.
Dios te continúe bendiciendo.
2 comentarios:
En la vida todo implica constancia, y la oración no es la excepción. Gracias hermano
Orar sin desanimarnos.
Bendiciones para ti Ali.
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