Hoy quiero hacer una comparación
entre dos sucesos: el día de pentecostés y la torre de Babel. Temas que dejan
una profunda enseñanza más allá de lo que pensamos, más allá de lo que vivimos,
porque siempre estará en tu pensamiento, siempre estará sobre ti, en cualquier
momento de tu vida, la construcción de una torre, o la llama de una lengua de
fuego sobre ti.
Vamos a dividir el tema en tres
partes: primero hablaremos de la edificación de la ciudad llamada Babel, luego
de la reunificación de la humanidad con el derramamiento del Espíritu Santo en
el día de Pentecostés y por último las comparaciones al respecto. A Dios pido,
en este momento, que nos dé sabiduría para escribir, para explicar, para hacer
agradable y grato el mensaje, comprensible a mis hermanos, te bendigo a ti, que
lees estas palabras, bendigo a los tuyos, a las personas que amas, en el
Poderoso Nombre de Jesucristo de Nazaret.
Bien, trasportémonos para aquella
época, en la que toda la tierra tenía una sola lengua, en la que todo el mundo
hablaba un solo idioma.
En la que muchos hombres hallaron una llanura en la
región de Sinar, para quedarse a vivir allí ¿se imaginan las llanuras de
aquella época? Sin contaminación, pastos verdes, cielo azul, aguas cristalinas.
Veamos lo que dice la Palabra de Dios en Génesis 11:1, en la versión reina
Valera 1995.
Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas
mismas palabras. Aconteció que cuando salieron de oriente hallaron
una llanura en la tierra de Sinar, y se establecieron allí. Un día
se dijeron unos a otros: «Vamos, hagamos ladrillo y cozámoslo con fuego».
Así
el ladrillo les sirvió en lugar de piedra, y el asfalto en lugar de mezcla.
Después dijeron: «Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre cuya
cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéramos esparcidos
sobre la faz de toda la tierra».
Jehová descendió para ver la ciudad y la torre que
edificaban los hijos de los hombres. Y dijo Jehová: «El pueblo es
uno, y todos estos tienen un solo lenguaje; han comenzado la obra y nada los
hará desistir ahora de lo que han pensado hacer. Ahora, pues,
descendamos y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de
su compañero».
Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de
toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad. Por eso se la llamó
Babel, porque allí confundió Jehová el lenguaje de toda la tierra, y desde allí
los esparció sobre la faz de toda la tierra.
La expresión “torre de Babel” no se
encuentra en el antiguo testamento, se emplea para describir la torre que se
había proyectado construir como punto de referencia muy elevado relacionado con
la ciudad y sus adoradores. Se supone que quedó incompleta al igual que la
ciudad, y que era una torre templo escalonada, de varios pisos.
Esta historia relata el paso hacia la urbanización de los hombres;
aunque Caín fue el primero que edificó una ciudad (génesis 4:17); las ciudades
eran un grupo de casas protegidas por una muralla o defendidas por unas torres
dentro de un perímetro. Las calles de las ciudades de aquella época eran muy
estrechas, algo sinuosas y sucias. Algunas calles hasta tenían nombre, en la
palabra de Dios en el libro de Jeremías lo dice. Pero todos sabemos que la
ciudad por excelencia en la Biblia es Jerusalén.
Pues bien, la historia dice que los hombres querían hacer una ciudad y
UNA TORRE que llegara al cielo.
En la antigua Mesopotamia existían como templo,
las famosas torres escalonadas llamadas zigurats que tenían varios cuerpos y
niveles superpuestos, aunque en el relato, la torre no aparece como un símbolo
religioso, o templo de adoración, más bien pareciera una EXPRESION DE ALTIVEZ
HUMANA que se suponía construir una civilización para SU PROPIA GLORIA, su
propio agrado sin tener en cuenta a Dios.
La torre tenía que llegar al cielo;
nótese que esto era un proyecto desmesurado, que pretendía traspasar los
límites; La construcción de la torre no tenía nada de malo, lo perverso era su
intención. ¿se imaginan cuantos hombres se sacrificaron, murieron en la
construcción? Les importaría más la vida de un hombre o la pérdida de un
ladrillo?. Inagotables días, de planeación, y ejecución, sobresalen en el
relato.
Algunos entendidos relacionan la
visión de Jacob de una escalera y una puerta del cielo, con un zigurat del tipo
que se levantó en Babel.
Otra de las innovaciones en la
construcción de esta ciudad, era el
ladrillo y el asfalto. Ya no eran piedras y mezclas. Estaban perfeccionando sus
métodos. Algunos eruditos dicen que los ladrillos en la cúspide de la torre,
habían de tener el color del cielo.
Fijémonos bien que lo calentaban con
fuego, para hacerlo más firme; en la foto puedes ver la forma artesanal ( no es
similar ) pero si puede darnos una idea de cómo lo hacían en aquella época.
Originalmente se tomaba el barro, mezclado con paja y se amasaba pisando y
saltando sobre él (Nahúm 3:14); se ponían en bloques, dejándolos secar al sol,
produciendo piezas de adobe; luego con el descubrimiento del fuego lo cocían.
Los israelitas en Egipto fabricaban ladrillos para las grandes construcciones
del faraón ( Ex 1:11-14; 5:6).
Del asfalto ni hablar; en el extremo
sur del mar muerto valle de sidim, tenía abundancia de pozos de asfalto
(génesis 14:10); antiguamente ( y en el presente) lo utilizaban para calafetear
barcos, impermeabilizar paredes y pavimentar vías.
El asfalto y el ladrillo eran su
materia prima. Sin importar el coste de la mano de obra, todos se ponían al
trabajar, costara lo que costara. Hasta la propia vida. El único centro de
atención era la construcción de la torre QUE LLEGARA AL CIELO para RESALTAR SU
FAMA, su POPULARIDAD.
La pretensión de llegar al cielo era
una desobediencia a Dios, ya que EL había dado la orden de llenar la tierra;
prefirieron concentrarse. Querían ser famosos.
Quizás la torre la querían hacer
para fines religiosos y propósitos idolátricos. No era para usarlos como
plataforma para los atalayas, o ponerlos en puestos fronterizos o lugares
claves con fines defensivos; querían ser acreditados.
Después Dios bajó a ver la ciudad y la
torre que estaban construyendo. Y vio que tenían un solo lenguaje y que habían comenzado hacer ese trabajo de
orgullo propio. Los hombres estaban enceguecidos, nada les iba a impedir su
proyecto.
Y entonces fue cuando……BAJARON, NOTESE BIEN en Génesis 11:7….….BAJARON
a confundir su idioma, a confundir su lengua, para que no se entiendan entre
ellos. En otras versiones dice: DESCENDAMOS; descendamos quiénes? Dios Padre,
Dios Hijo, Dios Espíritu Santo. Aquí estaba la trinidad, algo que muchos debaten,
porque no alcanzamos a comprender la Gloria, el Poder, la Misericordia, la
Grandeza de Nuestro Dios de Israel.
Así fue como el Señor los dispersó y
por eso la ciudad se llamó Babel. La tradición babilónica atribuía al nombre de
esta ciudad el significado de puerta de Dios o puerta de los dioses. El relato
bíblico no sin ironía, lo asocia en cambio con el verbo del hebreo balal que
significa confundir.
Aunque todavía no hay pruebas arqueológicas
que ratifiquen la presencia de una ciudad en Babilonia, en algunos contextos de
la tradición babilónica indican la restauración de una torre templo, lo que
sugiere la existencia de una ciudad sagrada en aquel lugar.
Espero que haya sido de agrado dicho relato.
Dios les continúe bendiciendo.