La expresión “dones espirituales” es la interpretación común en castellano del sustantivo neutro plural gr. jarismata, que se forma del vocablo jarizesthai, que traduce (mostrar favor, dar libremente), que está relacionado con el sustantivo jaris (gracia); son la expresión concreta de jaris, el efecto visible de la gracia en palabras o en hechos.
Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de actividades, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para el bien de todos.
Pablo habla de los dones del Espíritu en tres aspectos:
CARISMATA o variedad de dones impartidos por el Espíritu
DIAKONAL o variedad de servicios efectuados por el ministerio
ENERGEMATA o la variedad de poder de un Dios que opera en todas las cosas por medio de ellas.
Cuando hablamos de DON, hablamos de OFRENDA, de DADIVA, que Dios nos da. Por eso existen DONES MINISTERIALES, DONES ESPIRITUALES, según el aspecto ASIGNADO en la Palabra de Dios.
Describir los dones extraordinarios del Espíritu Santo concedidos a nosotros los cristianos para un servicio especial, tendríamos que alargarnos mucho.
Una cosa es cierta. El propósito de estos dones carismáticos es, en primer término, la edificación de toda la iglesia (1 Co. 12.4–7; 14.12), y, en segundo término, el convencimiento y la conversión de los incrédulos (1 Co. 14.21–25; cf. Ro. 15.18s).
Cuando hablamos de Dones Espirituales se nos viene a la mente, 1 de Corintios 12:8 dice:
A uno es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de conocimiento según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas, y a otro, interpretación de lenguas. Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como Él quiere.
O Romanos 12:6
Tenemos, pues, diferentes dones, según la gracia que nos es dada: el que tiene el don de profecía, úselo conforme a la medida de la fe; el de servicio, en servir; el que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con generosidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría.
Permíteme decirte algo; una de las señales para ese siglo en que nacía la iglesia de Cristo, eran los dones espirituales. Quizás para esa época aún no se tenían definidas los calificativos para esos dones, pero la Iglesia crecía y crecía porque se daba testimonio de que Jesús era el Mesías. Así que según la disposición que tengas, según el sometimiento que tengas, estos dones son para la Edificación de la iglesia. Según como el ESPÍRITU SANTO de Dios quiera repartir los dones, así serás sellado.
Parte del plan de Dios es darnos un don espiritual y que descubras cual es ese don; recuerda que no es como tú quieres que sea, sino como Él quiera que sea. Dios nos equipa muy bien y no experimenta con nadie.
Si tienes un Don, úsalo para el cuerpo de Cristo, nunca lo dejes morir contigo; la iglesia de hoy necesita hacer la Voluntad de Dios en todo, y es preciso que avancemos leyendo la palabra de Dios, testificando, conversando con aquellos que dentro de la iglesia posean esos dones para así llegar a la Unidad que Cristo nos enseño.
Estamos hechos para someternos a lo que Jesucristo manda, porque con Cristo somos más que vencedores.