Tengo que confesar que pretendía comenzar esta enseñanza con las experiencias que Dios ha mostrado a mi vida. Este poder hace que ocurra lo imposible. Exponer cómo opera el don de HACER MILAGROS no es tarea fácil. Muchos hombres han querido jugar a ser “Dios”, y engañan a la gente haciéndose pasar por importantes. El don de Hacer Milagros no proviene del poder del hombre, proviene del Poder del Dios de Israel, del Espíritu Santo que reparte la dádiva como Él quiere y exalta el Nombre de Jesús de Nazaret.
Ningún don es más importante que el otro. TODOS son importantes para la Iglesia de Cristo Jesús, porque se constituyen para la edificación de la misma.
Te contaré algo. El don de Hacer Milagros es un don que IMPACTA. Porque el Espíritu Santo es el DADOR y en la medida de Su Voluntad opera a través nuestro. Es una comunión tan compacta con Él, un sometimiento tan abrumador que LLENA, impresiona y conmueve.
Comenzaremos definiendo la palabra Milagros. En el diccionario hispano la puedes encontrar así:
Hecho que no se puede explicar por las leyes naturales; o Hecho sensible superior al orden natural atribuido a Dios; Suceso o cosa rara, extraordinaria y maravillosa.
Antes que nada, siento la obligación de decirte algo: TODO lo creado lo sostiene Dios. TODO absolutamente TODO está sujeto a su Voluntad soberana y tiene un carácter distintivo en su actividad, que es muy distinto a los actos que hace el hombre, o dioses falsos.
Estamos frente a actos sobrenaturales, diferente a los acontecimientos naturales. Aquí no valen las argucias filosóficas que presentan un obrar con explicaciones cerradas o decretos rígidos que tratan de poner el universo como si fuese una máquina. No señores; el Dios de Israel, Jesucristo es el Alfa y el Omega, conoce el principio y el fin. ÈL Hizo todas las cosas, Él es Inmutable.
Pues empecemos con este hermoso don, Hacer Milagros. Te contaré que la Palabra Milagros en el capítulo de 1 de Corintios 12:10 de la Biblia, está en PLURAL. Miremos esta palabra en un diccionario griego su traducción:
MILAGROS:
1. dunamis (duvnami"), poder, capacidad inherente. Se usa de obras de origen y carácter sobrenatural, que no podrían ser producidas por agentes y medios naturales. Se traduce «milagros» en Mt 7.22; 11.20, 21,23; 13.54,58; Mc 6.2,5; 9.39; Lc 10.13; 19.37; Hch 2.22; 8.13; 19.11; 1 Co 12.10, 28,29; 2 Co 12.12; Heb 2.4.
2. semeion (shmei`on), señal, marca, prenda. Se usa de milagros y maravillas como señales de autoridad divina. Se traduce «milagros» en la rv en Hch 4.22,30; 5.12; 6.8; 7.36; 8.13; Ro 15.19 (en la rvr se traduce «señal/es»).
Recodemos que antes de la palabra “milagros” está la palabra “hacer”; en vocablo griego es energemata: "operaciones" o "implementaciones"- “Facultades de Obrar”, “eficacia”. Como resultado final tenemos energemata dunamis.
Con lo anterior podemos definir que el don de HACER MILAGROS es una manifestación sobrenatural del Poder de Dios, que conmueve y cambia las leyes de la naturaleza. Es Dios quien posee el control, y muda lo natural a un plano sobrenatural.
En la Palabra de Dios tenemos innumerables milagros, tanto en el antiguo, como en el nuevo testamento. En ocasiones Dios mismo los hace o usa hombres como instrumento para ello.
Moises fue testigo cuando salió agua de la peña Exodo 17:1-6, Josué vio cuando se detuvo el sol Josue 10:12-13, Elías oró para que descendiera fuego del cielo 1 de Reyes 18:37.
Eliseo hizo flotar un hacha de hierro 2 reyes 6:1, Isaías y el rey Ezequías vieron cuando la sombra retrocedió diez grados en el reloj de acaz 2 Reyes 20:7, y muchos otros Milagros más.
De Jesús podemos nombrar la provisión milagrosa de alimentos a cinco mil personas, cuando curó a leprosos, resucitó muertos, calmó la tormenta, caminó sobre las aguas, seco la higuera, convirtió el agua en vino, apareció a los apóstoles y muchos maravillosos milagros más.
Aunque no siempre le fue fácil porque en Mateo 13: 58 encontramos “Y no hizo allí muchos milagros debido a la incredulidad de ellos”. Yo me imagino que estar al lado de Jesus, para ese tiempo, debió ser una experiencia tan maravillosa, tan estupenda y extraordinaria, que el impacto de los milagros me haría lanzar muchos interrogantes. Con lo anterior quiero hacer énfasis, en las respuestas y las acciones de sus discípulos y de las personas que recibían el milagro; veamos algunas de ellas:
-¿Quién es este, que aun el viento y el mar lo obedecen?-
-¿Cómo es que se secó en seguida la higuera?-
-Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió glorificando a Dios a gran voz, y se postró rostro en tierra a sus pies dándole gracias. Este era samaritano.-
-Entonces los que estaban en la barca se acercaron y lo adoraron, diciendo:—Verdaderamente eres Hijo de Dios.-
-Entonces aquellos hombres, al ver la señal que Jesús había hecho, dijeron: «Verdaderamente este es el Profeta que había de venir al mundo»- (cinco mil panes).
Creo que el don de Hacer Milagros opera en nosotros de una manera tan maravillosa que altera todo lo natural para hacer la Voluntad del Señor. Debemos someternos a su Autoridad, ser aprobados ante ÈL; creo que en ese lapso de tiempo, debes abandonarlo todo, puestos los ojos en ÈL, hacer Su Justicia, operar adicionalmente con la fe; te imaginas si Dios te usa para caminar sobre las aguas, o para decirte que “mandes quietud” a una tormenta? Genial ¡; quedaríamos perturbados, quizás emocionados, pero el ACTO es para Honra a ÉL, para que las señales y maravillas que el Espíritu Santo hace, sean para la edificación del cuerpo de Cristo. Es obvio que este DON no es para emociones; el don de Hacer Milagros es Poder Sobrenatural que viene del Espíritu Santo.
Cabe anotar que en los últimos tiempos vendrán hombres con apariencia de piedad y harán señales y falsos milagros, y engañaran a muchos cristianos; ese tema más adelante lo veremos con análisis detallado;
Es por ello que el don de Hacer Milagros no enaltece la gloria de un hombre, enaltece la Gloria del Único y Verdadero Dios de Israel, Jesucristo nuestro Señor, en el Nombre de Jesús.