Imaginarnos
que en aquella época Pablo de tarso ó los demás Apóstoles, tuviesen ese
mecanismo de conexión de dispositivos electrónicos de forma inalámbrica llamado
WI-FI; es algo divertido.
Miles
y miles de correos electrónicos a todas las iglesias de los continentes que
Pablo solía visitar, donde se difundía el cristianismo. Un hombre culto, con
una sólida formación lingüística. Correos en arameo, latín, hebreo, griego,
estarían circulando por el mundo. Tito con su Smartphone, leyendo claramente
las Buenas Nuevas. En sus alforjas llevarían no sólo liebres, aderezo, frutos
secos etc, sino baterías, cables y audífonos, pero aun así Pablo diría en
Romanos 14:17- porque el reino de Dios no es comida, ni bebida, sino justicia,
paz y gozo en el Espíritu Santo.
Quizás
la propagación del evangelio fuese más rápida; o quizás las enseñanzas de la
Palabra dieren el mismo fruto o más fruto. No sabríamos decir. Quizás los
ataques de los hacker fueren más tenebrosos; quizás los murmuradores o enemigos
de la fe no estarían de acuerdo con el sistema, o tratarían de torpedear la SANA
enseñanza de Cristo, con algún troyano, o gusano cibernético.
Quizás
los Apóstoles tuviesen un computador todo terreno, equipado para largos viajes
sobre el mar y la tierra. Su esfuerzo por hacer universal el mensaje de Jesús
estaría compilándose en varias USB o CDs. Tratarían de tener un antivirus bien
potente contra toda amenaza encubierta.
Se
imaginan, gentiles y prosélitos con Smartphone? Le darían más importancia en
grabar peleas de romanos, que la propia enseñanza de Jesús. ¿ algo similar a la
cruda realidad?
Y
tu que lees estas palabras: Abres un archivo en Youtube con la enseñanza de
Jesús, o abres algún suceso de pelea o discordia entre hermanos?.
Bueno,
todo lo anterior nos imaginaríamos por el simple hecho de estar en la era del
internet, y lo envíos de tantos correos o cartas.
Pero no.
La
historia es y fue mejor. El mensaje es uno y tienes que llevarlo en tu corazón.
Jesucristo murió por ti, perdonó nuestros pecados, nos ha dado la Salvación.
Si
tienes un medio por el cual das a conocer las buenas nuevas del Evangelio, la
Palabra escrita por el Espíritu Santo, es hora que procures irradiarlo por todo
el mundo.
Divulga la sana doctrina, confiesa que Jesucristo es el
Salvador; que el Dios de Israel es bueno y para siempre su Gloria está con los
que le aman.
Dios
los continúe bendiciendo.