miércoles, 12 de noviembre de 2008

Nuestra limpieza, nuestras ropas blancas.

El limpio de manos y puro de corazón; El que no ha elevado su alma a cosas vanas, Ni jurado con engaño. El recibirá bendición de Jehová, Y justicia del Dios de salvación. Salmo 24:4.


Me encanta esa parte del Salmo. Te da fuerzas. Te dirige a la Justicia del Dios de Salvación. Hace parte de tu vida. Si no tienes manchas e impurezas, las Bendiciones del Dios de Israel vendrán. Si no tienes un corazón presuntuoso, arrogante o envanecido ten por seguro que Nuestro Señor Jesucristo trabajará en ti. El Espíritu Santo se moverá en ti. Glorificarás a Jesús.

Dice la palabra: Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. Mateo 5:8.

Puedo decirte que limpieza es sinónimo de pulcritud, pureza, precisión y perfección. Una amistad intima y reservada tendrás con el Espíritu Santo. Hace unos días conocí a un siervo de Dios que llevaba más de 20 días de ayuno. Un hombre que en su condición vive sólo para Cristo. Su rostro estaba diferente. Como más radiante, comparado con los presentes. Además de la Gracia, y aunque sé que sólo Dios conoce nuestros corazones, este hombre se había esmerado a la obediencia de Jesucristo Nuestro Señor. Ese mismo día había dado su testimonio. Tremendo testimonio. Después de alabar y adorar al Señor, oramos y entramos en la presencia. Tengo que decir que lo vi en ropas blancas, no sabría como explicarlo; su integridad me sorprendió; ese día ministró.

Déjame explicarte algo: al referirme ropas blancas no eran prendas de vestir. Era algo totalmente diferente. Pero algo que me sorprendió, fueron sus palabras cuando dijo:

Mi escudo está en Dios, que salva a los rectos de corazón Salmo 7:10

Sé que cuando el Señor halla gracia en tu corazón, Él mismo se encargará de moldearte y volverte pulcro para su obra; Nuestro Señor Jesucristo no quiere un corazón sucio, lo quiere limpio. Pondrá mantos blancos sobre ti. Últimamente el mismo susurro vuelve a mis oídos cuando el Espíritu Santo me dice: Te quiero Santo, Te quiero Santo.

Mi reverencia es al Dios de Israel, mi porción, mi vida es para Cristo Jesús. Me contristó en el corazón con lo que expreso,.. Hay que cumplir la Voluntad de quien Manda. En el poderoso Nombre de Jesucristo de Nazareth, amén y amén.

Cristo te ama.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

La única forma de lograrlo es con la ayuda de Dios, pues quién pretenda lograrlo por sus propios medios está "frito".

ABEL ADAN dijo...

Asi es Alí.

Cristo te ama.

David López-Cepero dijo...

Me alegra encontrar gente que habla de la santidad, porque hay sitios donde parece que hasta da miedo pronunciar eso, solo hablan de prosperidad, dinero...

Saludos

ABEL ADAN dijo...

Peregrino:

En este espacio puedes caminar donde quieras.

Bienvenido aquí.. a este lugar.

Cristo te ama.