sábado, 16 de julio de 2011

QUE QUIERE DECIR LA EXPRESION HOSANNA

Hosanna. Una expresión muy bonita. Nuestro diccionario de la real academia de la lengua española la define como exclamación de júbilo, usada en salmos y en la liturgia cristiana y judía.


El origen de esta palabra proviene de una exclamación a través del griego: hÇsanná, con acento en la última sílaba; a su vez proviene de la palabra hebrea: hôsha{-nâ), en Arameo hôsh(âh nâ)donde podemos encontrarla en el libro de los Salmos 118:25). La expresión traduce "Salva, te rogamos", "Salva, ahora" o "Ayuda, te pedimos".

El término también es usado en el último día de una festividad judía, que se llama Hoshaná Rabá.

En la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, vemos la expresión Hosanna.

Entonces los discípulos fueron e hicieron como Jesús les mandó. Trajeron el asna y el pollino; pusieron sobre ellos sus mantos, y él se sentó encima. La multitud, que era muy numerosa, tendía sus mantos en el camino; otros cortaban ramas de los árboles y las tendían en el camino. Y la gente que iba delante y la que iba detrás aclamaba, diciendo: «¡Hosana al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosana en las alturas!».

Hosana; un grito de aclamación; Es imposible amar a Dios sin alabarle, imposible alabar a Dios sin amarle;.. me recuerda también al nacimiento de Jesús. Aunque los angeles no dijeron Hosana, sino:
«¡Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!».


Esta vez, en la entrada sobre Jerusalén, los hombres engrandecían, exaltaban su nombre, no sólo aquí en la tierra, sino en las alturas. Imaginemos ese ingreso, esa acogida a Nuestro Señor Jesucristo; la gente entendía que se cumplía la profecía, porque allí estaba el Salvador. Tendían sus mantos y las ramas que cortaban de los arboles; era una ovación, un homenaje al Rey de reyes.

Para muchos, “Hosana” no es una expresión de alabanza; pero al pronunciarla en hebreo, en griego o el castellano nos invade esa forma de enaltecer y honrar el nombre de Dios; ÉL nos protege y nos ampara como lo hizo con aquellas personas en Jerusalén, la cual les dio paz en la tierra y en el cielo.

Bendito el que viene en el Nombre del Señor, Hosana en las alturas, en el Nombre de Jesús de Nazaret.
Dios los bendiga.

lunes, 11 de julio de 2011

HUMILDAD Y SERVICIO FRATERNAL


 Se levantó de la cena, se quitó su manto y, tomando una toalla, se la ciñó. Luego puso agua en una vasija y comenzó a lavar los pies de los discípulos y a secarlos con la toalla con que estaba ceñido. Cuando llegó a Simón Pedro, este le dijo:

—Señor, ¿tú me lavarás los pies?
Respondió Jesús y le dijo:
—Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora, pero lo entenderás después.

Pedro le dijo:
—No me lavarás los pies jamás.
Jesús le respondió:
Si no te lavo, no tendrás parte conmigo.

Le dijo Simón Pedro:
—Señor, no solo mis pies, sino también las manos y la cabeza.
Jesús le dijo:
—El que está lavado no necesita sino lavarse los pies, pues está todo limpio; y vosotros limpios estáis, aunque no todos.

Él sabía quién lo iba a entregar; por eso dijo: «No estáis limpios todos».

Así que, después que les lavó los pies, tomó su manto, volvió a la mesa y les dijo:
—¿Sabéis lo que os he hecho? Vosotros me llamáis Maestro y Señor, y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros, porque ejemplo os he dado para que, como yo os he hecho, vosotros también hagáis. De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que lo envió. Si sabéis estas cosas, bienaventurados sois si las hacéis.

Para muchos es un capitulo muy conocido. Muchas enseñanzas podemos extractar de este capitulo. Este es un claro ejemplo de humildad y servicio fraternal.
A través del tiempo y sobre todo hoy, la iglesia necesita de servidores humildes, y no autoproclamadores de obras en el evangelio.
Dios nos enseña a lavar los pies de los demás. A entregarnos a ese amor entre hermanos. Recordemos que El muda las edades y los tiempos, quita reyes y pone reyes, da sabiduría a los sabios y ciencia a los entendidos.

Que el Dios de Israel te continúe bendiciendo.