jueves, 16 de junio de 2011

PRESUMIR DE LA GRACIA DE DIOS

El mostrarse orgulloso de si mismo, y alardear de nuestras propias cualidades no es agradable para Dios. En ocasiones nuestras actitudes voluntarias o involuntarias en diferentes situaciones, no son bien vistas por nuestros semejantes.


Jactarse o vanagloriarse del propio obrar, es signo de un ser engreído, y envanecido; generalmente esta clase de personas no son amables al considerar el trato con los demás.
Pero¿ “presumes” de la Gracia de Dios?


Ante los ojos de Dios es una molestia y causa mala impresión. Para nuestros hermanos resulta a veces irritante, y también penoso. La PALABRA DE DIOS nos advierte acerca de impedir cualquier pensamiento que nos haga PRESUMIR de la Gracia de Dios.


Velad y orad para que no entres en tentación (Mat26:4)
Nada hagáis por rivalidad o por vanidad; antes bien, con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo. No busquéis vuestro propio provecho, sino el de los demás. Filipenses 2:3.
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús. Filipenses 2:5.
¿O pensáis que la Escritura dice en vano: «El Espíritu que él ha hecho habitar en nosotros nos anhela celosamente»? Pero él da mayor gracia. Por esto dice: «Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes». Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. Santiago 4:5-7.


Lo anterior es una exhortación para aquellos que “usan” la Gracia de Dios para su provecho personal; la intelectualidad, el conocimiento pretencioso de la Palabra de Dios, muchas veces nunca nos damos cuenta que éstas actitudes nos llevan al exceso de valoración personal creyéndonos superiores a los demás. El exceso de estimación propia nos lleva a que nuestras relaciones personales se apoquen con la altanería o la arrogancia terminando en pecado.

En la Palabra de Dios encontramos diferentes hombres que “presumieron” de su Gracia, David, Saul, Salomón; adquirieron un sentimiento de altivez y orgullo frente a los demás, en ocasiones después de tener el trato de sumisión con Dios, sus corazones cambiaron y ellos infundían soberbia y vanagloria; atribuirnos méritos personales, o jactarnos de esfuerzos propios no es agradable ante Dios; podemos encontrar el mismo ejemplo con las Naciones en el mundo, el más fuerte a veces se jacta de su poder con las naciones pequeñas….. o en la misma iglesia, con los aplausos a decoro propio, pero el Dios de Israel es misericordioso.

Debemos tener cuidado con el trato de modo despectivo hacia los demás ya que no es agradable a Dios, porque al final y en la mayoría de las ocasiones se cumple lo dicho por el Señor en su Palabra:

“…sino que lo necio del mundo escogió Dios para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia. Pero por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención, para que, como está escrito: «El que se gloría, gloríese en el Señor. 1 corintios 1:27-31.

Recuerda que no hiciste nada por obtener la Gracia de Dios.

Jesús de Nazareth les ama.

En el Nombre de Jesús.

Pd; porqué puse dibujos de caminos? Porque Jesucristo nos guía por sendas de Justicia. A Él sea la Gloria.