martes, 18 de octubre de 2011

DONES DE SANIDADES

Precioso don, DONES DE SANIDADES.
1 DE CORINTIOS 12:7 DICE: Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu;
a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu.
MAS ADELANTE NOS DICE LA PALABRA DE DIOS:
12:29 ¿Son todos apóstoles? ¿son todos profetas? ¿todos maestros? ¿hacen todos milagros?¿Tienen todos dones de sanidad? ¿hablan todos lenguas? ¿interpretan todos?.

Debemos observar algo. Los términos “dones” y “sanidades”(carismata iamaton) en el griego, son plurales. Nos sugiere (y en una opinión respetada) que hay muchos dones de sanidades para enfermedades distintas.
La sanidad fue y ES muy común en el Ministerio de Jesucristo. En ocasiones debía operar con la fe. Recordemos también la gran comisión que nos dio Jesucristo: En Marcos 16:17 Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;
tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.

Sanar significa restituir la salud que has perdido. Restablecerse, aliviarse, curarse, reponerse, mejorarse. Jesucristo SANA TOTALMENTE, créelo y mira los testimonios en la Palabra de Dios.
Recordemos que el creyente es el vehículo de poder, y la SANIDAD es la Obra del Espíritu Santo.
Respecto a la ciencia médica damos gracias a Dios por lo que ella pueda hacer. No estamos en contra de ella; los hospitales, los doctores, todos son necesarios para cuidar la salud de los ciudadanos; pero la SANIDAD SOBRENATURAL, no viene propiamente de una receta secular, una diagnosis o un examen, proviene del Poder de Dios, Poder de Jesucristo, Poder del Espíritu Santo.

Nos acordamos que los dones de sanidades son para los necesitados; para que la Iglesia de Cristo crezca.


Las enfermedades o dolencias son comunes entre nosotros. En ocasiones dichas enfermedades, dichas dolencias son debido a la caída del hombre en el pecado, en otras ocasiones no. En Juan 9:3 y Juan 9:14 puedes ver unos ejemplos.
También el Espíritu Santo en ocasiones no concede la sanidad. Las razones están en la Palabra de Dios, miremos:
La incredulidad es una, y es la que marca la no asignación de la sanidad, en Marcos 9:24 puedes leer; En ocasiones también NO hay sanidad por razones que desconocemos y que más adelante nos serán reveladas: puedes leer 2 de Corintios 12:7-10.
Pero vamos a mirar como Obra el Espíritu Santo en los dones de sanidades según el libro de Hechos, a través de los apóstoles, veamos:
  • Con Pedro y Juan en Hechos 3:1-11
  • Con solo Pedro en Hechos 5:15
  • Con Felipe el evangelista en Hechos 8:5-7
  • Con Ananías, Hechos 9:17-18
  • Con Pedro en Hechos 9:32-34
  • Con Pablo en Hechos 14:8-10, y el capitulo 28:7-9.
En cada uno de estos procesos, hubo sanidades. La Palabra de Dios, en el Libro de Hechos nos revela muchas dolencias que fueron sanadas; cojera, diversas enfermedades, parálisis, ceguera, debilidades, fiebre, disentería; NO HAY ENFERMEDAD, DOLENCIA O MALESTAR QUE NO PUEDA SER SANADO POR LOS DONES DE SANIDADES; así de sencillo mi estimado amigo.
Además; debemos entender que NO EXISTE un modelo fijo de operación de los DONES DE SANIDADES. Dios no quiere que adoctrinemos un “patrón”, una pauta para aplicar la SANIDAD. Podemos ver varios ejemplos en el Libro de Mateo: Un toque, una Palabra expresada, una orden, el levantamiento con la mano, el ungimiento de lodo en los ojos; un trabajo digno de nuestro Señor Jesucristo.
Es bien visto que en la mayoría de los casos Dios obra con la Palabra expresada a través de sus instrumentos que somos nosotros, por eso es bueno tener presente que quien direcciona los dones de sanidades es el mismo Espíritu Santo.
Quien posea el don, DONES DE SANIDADES, tiene una responsabilidad muy grande; tiene que ser para edificar la iglesia de Cristo, en ningún caso dicho don se usa para personas exclusivas o grupos especiales.

Experimentar el don, es caminar sobre la Fe; una Fe indescriptible, que nos lleva al plano de lo sobrenatural.
Quiero agregar algo; en lo personal he visto operar el Don en la iglesia, lo he vivido, porque Cristo me ha curado, ha sanado a mi familia, a muchos amigos; doy gracias a Cristo Jesús por esta obra maravillosa; así que si tú tienes este precioso y poderoso don, si el Espíritu te lo dio como Él quiso, debes ser eficaz, ponerlo a disposición de la Iglesia de Dios, con intensidad y fuerza, no lo dejes dormir, porque solo Dios sabe que te ha dado esa autoridad, ese poder para que lleves en alto Su Nombre y para que muchos en Su Nombre sean sanados, en el Nombre de Jesús, Amén.