En estas vivencias de tiempos difíciles resulta muy importante estar comprometidos por siempre con la Palabra de Dios. Meditar en ella; establecer como estandarte la profundidad del entendimiento de la Palabra.
La dirección Divina se conecta directamente con la Meditación en su Palabra.
Veamos el salmo 119 desde el versículo 97-105, leámoslo, y pidamos
entendimiento de lo Alto para comprenderlo mejor:
El salmista nos demuestra, que se adquiere cuando Meditas en los
mandamientos de Dios; Sabiduría, entendimiento, prudencia, Juicio, Deleite,
inteligencia y Guía.
Es como una bitácora que señala el camino que debes escoger; le puedo asegurar,
que es la mejor Carta que pueda leer; frente a tormentas, te sostendrá, frente
a dificultades te hará entender como esforzarte y enfrentar sin temor la
situación.
Un corazón y una mente llena de la Gracia Divina, llena de un Espíritu
en Cristo Jesús, domina todo, es
insuperable, no necesita más que eso.
Le invito, a que con Fe, que es la batalla para algunos más fácil y para
otros complicada, establezcan con convicción que Jesús es el Rey de Reyes y
Señor de Señores; que ÉL nos vida eterna, y nos proporciona el mejor alimento
que es Su Palabra, en la que hay Poder y Sanidad.
Viva en Cristo, Su Salvador… en el Nombre de Jesús.