Den gloria a Jehová
y anuncien sus loores en las costas.
Jehová saldrá como un gigante
y como el de un guerrero despertará su celo;
gritará, dará su grito de guerra,
prevalecerá sobre sus enemigos.
Desde el siglo he callado,
he guardado silencio, me he contenido;
pero ahora daré voces como la que está de parto,
y a la vez asolaré y devoraré.
Convertiré en soledad montes y collados,
haré secar toda su hierba;
los ríos tornaré en islas
y secaré los estanques.
Guiaré a los ciegos por un camino que no conocían;
los haré andar por sendas que no habían conocido.
Delante de ellos cambiaré las tinieblas en luz
y lo escabroso en llanura.
Estas cosas les haré y no los desampararé.
Serán vueltos atrás y en extremo confundidos
los que confían en ídolos
y dicen a las imágenes de fundición:
«Vosotros sois nuestros dioses”
Dice Isaías 4:12-17.
Estamos en los últimos tiempos mis apreciados amigos. Es hora de anunciar los dominios y el Poder de nuestro Señor Jesucristo. Porque Jesucristo es guerrero, Jesucristo es su Nombre. Él echó en el mar los carros del faraón y su ejército y descendieron a las profundidades como piedra. Sabes que con la grandeza de Su Poder derriba a los que se levantan contra ti. Sé fuerte y valiente porque Jehová es Poderoso en batalla. Alzad puertas, vuestras cabezas, alzaos vosotras puertas eternas y entrará el Rey de Gloria.
Ésta palabra que nos da el Señor; es de verdadera exhortación. Los dolores de parto representan simbólicamente el nacimiento de un nuevo orden de las cosas. Cambiara el estado de la naturaleza; se manifestará muy fuerte, vendrán nuevos guerreros como herramienta de Su Voluntad y levantarán aquellos guerreros que están en tribulación y han soportado toda prueba y los alzarán y se unirán y se prepararán para el día de las señales. Fe, Disciplina, Obediencia y Santidad nos pide Nuestro Señor Jesucristo.
y anuncien sus loores en las costas.
Jehová saldrá como un gigante
y como el de un guerrero despertará su celo;
gritará, dará su grito de guerra,
prevalecerá sobre sus enemigos.
Desde el siglo he callado,
he guardado silencio, me he contenido;
pero ahora daré voces como la que está de parto,
y a la vez asolaré y devoraré.
Convertiré en soledad montes y collados,
haré secar toda su hierba;
los ríos tornaré en islas
y secaré los estanques.
Guiaré a los ciegos por un camino que no conocían;
los haré andar por sendas que no habían conocido.
Delante de ellos cambiaré las tinieblas en luz
y lo escabroso en llanura.
Estas cosas les haré y no los desampararé.
Serán vueltos atrás y en extremo confundidos
los que confían en ídolos
y dicen a las imágenes de fundición:
«Vosotros sois nuestros dioses”
Dice Isaías 4:12-17.
Estamos en los últimos tiempos mis apreciados amigos. Es hora de anunciar los dominios y el Poder de nuestro Señor Jesucristo. Porque Jesucristo es guerrero, Jesucristo es su Nombre. Él echó en el mar los carros del faraón y su ejército y descendieron a las profundidades como piedra. Sabes que con la grandeza de Su Poder derriba a los que se levantan contra ti. Sé fuerte y valiente porque Jehová es Poderoso en batalla. Alzad puertas, vuestras cabezas, alzaos vosotras puertas eternas y entrará el Rey de Gloria.
Ésta palabra que nos da el Señor; es de verdadera exhortación. Los dolores de parto representan simbólicamente el nacimiento de un nuevo orden de las cosas. Cambiara el estado de la naturaleza; se manifestará muy fuerte, vendrán nuevos guerreros como herramienta de Su Voluntad y levantarán aquellos guerreros que están en tribulación y han soportado toda prueba y los alzarán y se unirán y se prepararán para el día de las señales. Fe, Disciplina, Obediencia y Santidad nos pide Nuestro Señor Jesucristo.
Dios les Bendiga
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