viernes, 16 de octubre de 2009

Te he puesto para luz de los gentiles, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra


Era verano. El mejor tiempo para viajar a fin de evitar muchos inconvenientes que se tienen en el invierno. Extensas llanuras y montañas rocosas son un bello paisaje de admirar. Pero para prescindir de tribus ladronas, quizás el viaje lo hagamos en la noche. Las estrellas son una buena guía para direccionarnos.

Llevamos consigo pan, grano, tostado, olivas secas, higos y dátiles. También en mi otra mochila llevamos pan de cebada, comida y grano tostado, suficiente para dos o tres días. Nos espera un viaje de muchos días.

Después de que el Espíritu Santo nos ministrara y nos haya escogido para llevar la Obra, pienso que tendremos que estar preparados para todo.


Así es. El anterior recuento viene de mi imaginación. Quizás lo soñé, pero no da al caso. Tiene relación con el primer viaje misionero de Pablo. Lo principal es que en aquellos tiempos la Iglesia de Dios estaba establecida en Antioquía de Siria, en lo que hoy conocemos como parte de Turquía.

El primer viaje de Pablo tuvo muchos inconvenientes y esgrimas. Llegó a puertos, cruzo una isla, estuvo en villas y campamentos, siempre acompañado de la mano de Dios. Se enfrentó a maestros de la Palabra, exhortó, se entregó de lleno a la justicia divina, es decir a la Voluntad de Dios. Todo paso que daba era guiado por el Espíritu Santo; predicando a quien Dios levantó de los muertos, a Jesucristo Nuestro Señor.

Su predicación siempre iba acompañada con señales y milagros.

Para quienes hemos sido llamados en llevar su Palabra a las naciones, es recomendable escudriñar muy bien el libro de Hechos de los Apóstoles. Allí empieza el fundamento de lo que hoy llamamos iglesia.

Cuando prediques a Cristo, siempre tendrás inconvenientes, los he tenido; burlas, antipatías, riesgos etc. No lo hagas a tu manera, hazlo a la manera como te guíe el Espíritu Santo. El Dios de Israel siempre está con nosotros, nos ha librado de muerte, nos ha hecho salvos por medio de su Hijo amado Jesucristo. Nos ha mostrado su Poder por medio de señales y milagros. Los he visto, los he sentido, los he oído. Grandes son sus maravillas.

Procura llevar la mente en Cristo Jesús, para que la Paz de Dios sea vista; su Gracia posa en ti, somos más que vencedores, somos hijos del Supremo, de la Majestad Verdadera, del que siempre ha permanecido, permanece y permanecerá Fiel con nosotros; Aquel que nos acompaña en las duras batallas y en el dulce gozo.

Con esto, te quiero decir que Dios te ha puesto para luz de los gentiles. Gracias Padre, gracias Hijo, gracias Espíritu Santo.

Dios te continúe bendiciendo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hermano...Pensarás que si no es por Fujita no hubiese pasado por aquí. En realidad es que como puedes ver, hay tantos blog en mi lista que apenas puedo visitar al que estè de primero...Perdona hermano
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El tema de las sandalias es importante, sobre todo para quienes piensan que todo tiempo pasado fue mejor
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Buenísimos esas ilustraciones en primera persona de este artículo de la misión. Ese viaje fue antológico, incluso por la famosa discusión que se formó acerca de Juan Marco. Es una pena que dicha disputa haya terminado con el misnisterio en equipo de Pablo y Bernabè. De todos modos, en la última carta que nos ha llegado de Pablo - II a Timoteo- el apòstol de los gentiles termina pidiendo que JUAN MARCOS, el mismo muchachito que los abandonó en Asia Menor, venga a su lado porque segùn sus palabras "me es útil para el ministerio" ¿Què tal?

ABEL ADAN dijo...

Estimado Alí:

Siempre van a estar abiertas las páginas de este blog para ti, hermano y amigo.

Y muestras conocimiento de la Palabra de Dios, nutrido con la palabra de la fe....esto enseñalo a nuestros hermanos.

Dios te continúe bendiciendo.

Unknown dijo...

La paz y el amor, de nuestro Padre, celestial sea en nosotros un reflejo, para todos nuestros hermanos, en este mundo, esperemos juntos, el regreso de nuestro SeñorJesus.Amen

Unknown dijo...

Soñé que estaba descalzo, y lo increíble es que días más adelante leí un libro y allí me encontre con un tema sobre "caminar descalzo",y la incógnita a indagar que tuve es si nuestro señor Jesús caminó descalzo hacia el Gólgota, pero he podido llegar a la conclusión, relacionando mi sueño con mi vida actual de creyente y estos dos estudios, de que es verdad que debemos renunciar a nuestros derechos para que Dios nos muestre lo mejor. El señor Jesús nos dió ejemplo en filipenses