lunes, 3 de noviembre de 2008

LA INSENSIBILIDAD EN LA IGLESIA DE CRISTO.


Muchos pastores, apóstoles, profetas, maestros, evangelistas, se insensibilizan por su modo habitual de proceder establecido por la repetición de sus actos. Algunos dicen estar familiarizados con los hechos y las celebraciones solemnes que tienen sobre el púlpito. La insensibilidad te vuelve arrogante, te lleva al envanecimiento; esas cosas no le agradan al Señor.

La verdad no comprendo. ¿En realidad se está privando el sentido de dolencia? Puedes sentir vivamente algo, puedes derramar lágrimas por un milagro, por una sanidad, por su Presencia. Esa disposición diaria que tienes para servirle a Cristo no debes apagarla.

Muchos líderes suspenden el ánimo al ver las acciones de Dios con su pueblo. No detienen la duda y hacen juicios contradictorios. A veces en sus pensamientos no hay decisiones. Desconfían, dan poco crédito a todo acto de Dios. No se afligen, no lloran, no se inquietan.

Es verdad, que estamos en los últimos tiempos. Que hay falsos profetas. Hay que discernir. Y el discernimiento no viene porque si. Viene de esa experiencia diaria. De esa sensibilidad de ver las almas ganadas para Cristo. De aquellos sucesos no explicables, de hacer ayuno y la oración. El Espíritu Santo reparte dones como Él quiere.

Cada día, en cada momento que entramos a la intimidad con el Espíritu Santo, en ese instante en que se Glorifica a Nuestro Señor Jesucristo, en que Nuestro Padre el Dios de Israel te UTILIZA como Instrumento,… tu aprendes algo nuevo. Por medio de la experiencia diaria consolidas las enseñanzas, las predicas y aumentas más tu fe.

Si no has renovado a diario tu vida, con esos actos, con esas celebraciones, con esos hechos, entonces le estás fallando. A diario recibes dirección de Dios (Hechos 8:26). A diario Él te corrige y te disciplina (Salmo 23:4), a diario Él te enseña para que cambies vidas.

A diario tienes que sentirte embajador, comisionado, representante, portavoz de nuestro Señor Jesucristo.

Confirma y establece un fundamento sólido en tu propia vida. Que cada mañana experimentes el más precioso y valioso milagro que el Señor nos ha dado: La Salvación.

Que cada día en la práctica de la Palabra, tengas revelación, que enseñes, que exhortes, que consueles con las Palabras que Dios te dio, te da y te va a dar.

En el Nombre de Jesús.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Más claro no se puede. Gracias varón

ABEL ADAN dijo...

Alí..gracias a ti por tu participación.

Toda la Honra y la Gloria para nuestro Señor Jesucristo.