jueves, 6 de mayo de 2010

YO SÉ EN QUIEN HE CREIDO; PORQUE ES PODEROSO: CRISTO JESÚS.


Alguna vez, en algún momento, Dios te ha ministrado; te ha entregado Su Palabra, para consolación, exhortación y edificación. Has escuchado Su Palabra de intensidad dulce, que penetra hasta lo más profundo de tu corazón; has sentido gozo, sanidad, salvación, un momento en su presencia quizás llorando, con deleite, a gusto y satisfacción…… Si has estado en permanente intimidad con Él, sabrás lo ferviente y lo Perfecto que es el Señor en su Obra.

La palabra profética pronunciada para ti ha de cumplirse. Jesús la revelaba a sus apóstoles. La Voluntad perfecta del Señor es efectiva. Él es fiel.

Si tú sabes cuales son las promesas de Dios para ti, examínalas nuevamente; deléitate en ellas; conversa con el Señor en Oración y ayuno. Esta es la promesa:

ISAIAS 45:1

Así dice Jehová a su ungido,
a Ciro, al cual tomé yo por su mano derecha
para sujetar naciones delante de él
y desatar lomos de reyes;
para abrir puertas delante de él,
puertas que no se cerrarán:
Yo iré delante de ti
y enderezaré los lugares torcidos;
quebrantaré puertas de bronce
y haré pedazos cerrojos de hierro.
Te daré los tesoros escondidos
y los secretos muy guardados,
para que sepas que yo soy Jehová,
el Dios de Israel,
que te pongo nombre.
Por amor de mi siervo Jacob,
de Israel, mi escogido,
te llamé por tu nombre;
te puse un nombre insigne,
aunque no me has conocido.
Yo soy Jehová y no hay ningún otro.
No hay Dios fuera de mí.
Yo te ceñiré,
aunque tú no me has conocido,
para que se sepa
desde el nacimiento del sol hasta donde se pone,
que no hay más que yo.
Yo soy Jehová, y no hay ningún otro.
Yo formo la luz y creo las tinieblas,
hago la paz y creo la adversidad.
Solo yo, Jehová, soy el que hago todo esto.
Jehová el Creador
»Rociad, cielos, desde arriba,
y las nubes destilen la justicia;
ábrase la tierra y prodúzcanse la salvación y la justicia;
háganse brotar juntamente.
Yo, Jehová, lo he creado.
»¡Ay del que, no siendo más que un tiesto
como cualquier tiesto de la tierra,
pleitea con su Hacedor!
¿Dirá el barro al que lo modela: “¿Qué haces?”,
o: “Tu obra, ¿no tiene manos?”?
¡Ay del que dice al padre:
“¿Por qué engendraste?”,
y a la mujer: “¿Por qué diste a luz?”!».
Así dice Jehová,
el Santo de Israel, el que lo formó:
«Preguntadme de las cosas por venir;
mandadme acerca de mis hijos
y acerca de la obra de mis manos.
Yo hice la tierra y creé sobre ella al ser humano.
Yo, mis manos, desplegaron los cielos
y pongo en orden todo su ejército.
Yo lo desperté en justicia
y enderezaré todos sus caminos;
él edificará mi ciudad
y soltará a mis cautivos;
no por precio ni por dones»,
dice Jehová de los ejércitos.
Así dice Jehová:
«El trabajo de Egipto, las mercaderías de Etiopía
y los sabeos, hombres de elevada estatura,
se pasarán a ti y serán tuyos;
irán en pos de ti, pasarán encadenados,
te harán reverencia y te suplicarán diciendo:
“Ciertamente en ti está Dios,
y no hay otro fuera de Dios.
Verdaderamente tú eres Dios que te ocultas,
Dios de Israel, que salvas”.
Avergonzados y afrentados serán todos ellos;
afrentados irán todos los que fabrican imágenes.
Israel será salvo en Jehová
con salvación eterna;
nunca jamás os avergonzaréis ni seréis afrentados».
Porque así dice Jehová,
que creó los cielos.
Él es Dios,
el que formó la tierra,
el que la hizo y la compuso.
No la creó en vano,
sino para que fuera habitada la creó:
«Yo soy Jehová y no hay otro.
No hablé en secreto,
en un lugar oscuro de la tierra;
no dije a la descendencia de Jacob:
“En vano me buscáis”.
Yo soy Jehová, que hablo justicia,
que anuncio rectitud.

En el Nombre de Jesús de Nazareth.

Dios te continúe bendiciendo.

domingo, 18 de abril de 2010

PLANTAS EN LA BIBLIA


Debe tomarse en cuenta que las Escrituras mencionan muchos vegetales y arboles de manera circunstancial, en relación con otras cosas o como parte de relatos, SIN LA INTENCION DE DESCRIBIRLOS. La identificación de ellos con la flora que se conoce hoya en Israel se basa en el supuesto de que es la misma de los tiempos bíblicos. Esto sin embargo no puede ser exacto, por lo cual en algunos casos se hace difícil la traducción de algunos términos.



Abrojo, acacia, higuera, olivo, almendro, aloe, arrayan, ajo, calabazas, lirios, bálsamo, cebada, vid, innumerables plantas mencionadas en la Palabra de Dios, algunas con el propósito de expresar semejanza con el hombre, o de ser sentido de comparación o ponderación con muchas cosas.


Hablar de las más de 80 plantas descritas en la Biblia resulta bastante dispendioso. Me he puesto a la tarea de mirar con detalle, cada una de ellas y estudiar el beneficio que se obtiene hoy en día y en que posiblemente el pueblo de Israel obtuvo. He aquí algunas de ellas con algún comentario de título personal.

El ajo, por ejemplo es nombrado en Num 11:5, allí puedes ver las plantas que comía el pueblo de Israel cuando estaba en Egipto. El ajo de por sí, tiene muchas propiedades curativas. Los antiguos israelitas acostumbraban a amontonar muchos ajos en una taza grande llena de agua y ponían sus pies adentro de la misma, para curación de cualquier dolencia.

Los lirios, esa planta bella descrita en el libro de Cantares 2:1-2, 16; 4:5; 5:13; Mateo 6:28, de pétalos morados, a veces blanco. Tenía el carácter de servir como adorno.


El Enebro. Yo pensé que era un árbol y no, realmente es un arbusto que ofrece demasiada sombra en los desiertos. Produce muchos frutos dulces y agrios. Sus frutos tienen propiedades digestivas, y también los antiguos lo usaban para perfumes. Lo puedes encontrar en 1 de Reyes 19:4; Job 30:4; Sal 120:4.

La Canela, como elemento de especies finas para la preparación del aceite de santa unción, como ungüento descrito en Éxodo 30:23; Prover 7:17; Apoc 18:13.

Cebada, lenteja, manzano, olivo, hisopo etc; gran variedad de plantas que faltaron por nombrar, pero es importante leer las Escrituras con la convicción que todas ellas tienen un don natural que Dios les ha dado.



Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el labrador. Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto. Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.

En el Nombre de Jesus. Dios te continúe bendiciendo.

viernes, 26 de marzo de 2010

JESUS Y LA MUJER DE SAMARIA

Leamos y transportemonos en la historia:
Y le era necesario pasar por Samaria. Fue, pues, a una ciudad de Samaria llamada Sicar, junto a la heredad que Jacob dio a su hijo José. Y estaba allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del viaje, se sentó junto al pozo. Era como la hora sexta.
Llegó una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo:
Dame de beber —pues sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar alimentos—.

La mujer samaritana le dijo:
¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana?—porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí—.
Respondió Jesús y le dijo:
Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: “Dame de beber”, tú le pedirías, y él te daría agua viva.

La mujer le dijo:
Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes el agua viva? ¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y sus ganados?
Jesús le contestó:
Cualquiera que beba de esta agua volverá a tener sed; pero el que beba del agua que yo le daré no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.
La mujer le dijo:
Señor, dame esa agua, para que no tenga yo sed ni venga aquí a sacarla.
Jesús le dijo:
—Ve, llama a tu marido, y ven acá.
Respondió la mujer y dijo:
No tengo marido.
Jesús le dijo:
Bien has dicho: “No tengo marido”, porque cinco maridos has tenido y el que ahora tienes no es tu marido. Esto has dicho con verdad.

Le dijo la mujer:
Señor, me parece que tú eres profeta. Nuestros padres adoraron en este monte, pero vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar.
Jesús le dijo:
Mujer, créeme que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos, porque la salvación viene de los judíos. Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque también el Padre tales adoradores busca que lo adoren. Dios es Espíritu, y los que lo adoran, en espíritu y en verdad es necesario que lo adoren.

Le dijo la mujer:
Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas.
Jesús le dijo:
Yo soy, el que habla contigo.
En esto llegaron sus discípulos y se asombraron de que hablara con una mujer; sin embargo, ninguno dijo: «
¿Qué preguntas?» o «¿Qué hablas con ella?».
—Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será este el Cristo?
Entonces salieron de la ciudad y vinieron a él.
Entre tanto, los discípulos le rogaban, diciendo:
Rabí, come.
Él les dijo:
Yo tengo una comida que comer, que vosotros no sabéis.
Entonces los discípulos se decían entre sí:
¿Le habrá traído alguien de comer?
Jesús les dijo:
Mi comida es que haga la voluntad del que me envió y que acabe su obra. ¿No decís vosotros: “Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega”? Yo os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega.Y el que siega recibe salario y recoge fruto para vida eterna, para que el que siembra se goce juntamente con el que siega. En esto es verdadero el dicho: “Uno es el que siembra y otro es el que siega”. Yo os he enviado a segar lo que vosotros no labrasteis; otros labraron y vosotros habéis entrado en sus labores.
Muchos de los samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por la palabra de la mujer, que daba testimonio diciendo: «
Me dijo todo lo que he hecho». Entonces vinieron los samaritanos a él y le rogaron que se quedara con ellos, y se quedó allí dos días. Muchos más creyeron por la palabra de él, y decían a la mujer:
Ya no creemos solamente por lo que has dicho, pues nosotros mismos hemos oído y sabemos que verdaderamente este es el Salvador del mundo, el Cristo..

Bueno, el camino más directo entre Judea y Galilea estaba en Samaria. Jesús y la mujer de samaria, quizás sea una enseñanza que tiene la forma vertical de evangelizar. Mucha instrucción se puede sacar del contexto. Es importante notar: ¿Jesús tomó agua? –Otra situación es: Él mismo se revela frente a la mujer de samaria. Otra nota importante es la NATURALEZA HUMANA DE JESUS: Estaba cansado.
Nuestra conversación con Dios no siempre la debemos hacer de manera literal. En nuestro ámbito terrenal siempre comprendemos las cosas a nuestra manera. Dios nos habla y nos escucha. Nos da un toque sobrenatural. Escudriña su corazón. La mente carnal de la mujer de samaria, difícilmente la dejaba entender lo que Jesús quería decirle.

Jesucristo ha dejado un ejemplo para que aprendamos a hacer la Voluntad de Dios:

-Si alguien tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior brotarán ríos de agua viva-

Dios les continúe bendiciendo.

jueves, 11 de marzo de 2010

Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla, y toda lengua confesará a Dios


En algún momento de nuestras vidas hemos pasado por una impresión repentina causada por el miedo. Sentimos preocupación por el daño que puede ocasionar; eso mismo les ocurrió a nuestros gobernantes en nuestro hermano país de Chile.


Que sobresalto ¡..dirigir la vista al cielo tiene su explicación. Para muchos creyentes mirar la parte superior del edificio quiere decir prevención de lo que puede llegar a pasar con el material que cubre la habitación. Para otros, ver el cielo es señal de que algo no anda bien en esa esfera azul diáfana que rodea la tierra.


En lo alto están los bienaventurados que gozan de la presencia de Dios. Cuando ves hacia arriba estás considerando algo. Estas reconociendo o examinando una posibilidad. Estas intranquilo, preocupado, puede que con temor, angustia o inquietud. Puede que te sea difícil pensar o admitir otras cosas, y anticipadamente te ocupas de algo.


Bien es momento de dirigir la mirada a Jesucristo, y declar lo escrito en filipenses 2:5

Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús:
Él, siendo en forma de Dios,

no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
sino que se despojó a sí mismo,
tomó la forma de siervo
y se hizo semejante a los hombres.

Mas aún, hallándose en la condición de hombre,
se humilló a sí mismo,
haciéndose obediente hasta la muerte,
y muerte de cruz.

Por eso Dios también lo exaltó sobre todas las cosas
y le dio un nombre que es sobre todo nombre,

para que en el nombre de Jesús
se doble toda rodilla de los que están en los cielos, en la tierra y debajo de la tierra;

y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor,
para gloria de Dios Padre.

Dios te continúe bendiciendo

domingo, 24 de enero de 2010

¿SACIADOS PERO INSATISFECHOS? JESUCRISTO ES LA CURA



Tomado del libro “Un día a la vez”, subtitulado como “La enfermedad al final del camino”. Del capellán Richard Halverson.

- El síndrome del hombre que ha llegado y descubre que no está en ningún sitio. Ha logrado sus metas y encuentra que no son lo que había esperado. Sufre la desilusión de las promesas que se han agotado - ¡ la paga con su violenta reacción ¡-
Tiene todas las cosas que el dinero puede comprar y encuentra satisfacción decreciente en todo lo que tiene. Esta saciado pero insatisfecho. Se ha convertido en una vasija vacía. ¡ se encuentra en la tierra de las ulceras y de los ataques cardíacos, alcoholismo, divorcio y suicidio ¡ . Sufre de la neurosis del vacío.
Es el hombre que ha conquistado enorme éxito en los negocios y ha fallado patéticamente en el hogar. Es un gran hombre con los muchachos de la oficina, y una gran farsa con sus hijos. Es un símbolo de prestigio en la sociedad, y un impostor con su familia. “La enfermedad del camino”, la enfermedad peculiar de una cultura afluente y sin Dios. -.

Pero cuál es la respuesta a esto?. La cura para todo esto es Jesucristo mi amigo. El está disponible en cualquier momento, en cualquier lugar y para cualquier humano. Es la respuesta a la plegaria que rodea nuestros hogares e iglesias.

Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados. Mateo 5:6

Que el Dios de Israel los bendiga.

domingo, 20 de diciembre de 2009

domingo, 6 de diciembre de 2009

EL APOSTOL PABLO CON INTERNET. SAULO EL INTERNAUTA.


Imaginarnos que en aquella época Pablo de tarso tuviese internet, es algo divertido. Miles y miles de correos electrónicos a todas las iglesias de los continentes que Pablo solía visitar, donde se difundía el cristianismo.

Un hombre culto, con una solida formación lingüística. Correos en arameo, latín, hebreo, griego, estarían circulando por el mundo. Quizás la propagación del evangelio fuese más rápido; o quizás las enseñanzas de la Palabra dieren el mismo fruto o más fruto. No sabríamos decir. Quizás los ataques de los hacker fueren más tenebrosos; quizás los murmuradores o enemigos de la fe no estarían de acuerdo con el sistema, o tratarían de torpedear la enseñanza de Cristo.

Quizás tuviese un computador todo terreno, equipado para largos viajes sobre el mar y la tierra. Su esfuerzo por hacer universal el mensaje de Jesús estaría compilándose en varias USB o CDs. Trataría de tener un antivirus bien potente contra toda amenaza encubierta.

Pero no.

La historia es y fue mejor. El mensaje es uno y tienes que llevarlo en tu corazón. Jesucristo murió por ti, perdonó nuestros pecados, nos ha dado la Salvación.

Si tienes un medio por el cual das a conocer las buenas nuevas del Evangelio, la Palabra escrita por el Espíritu Santo, es hora que procures irradiarlo por todo el mundo.

Divulga la sana doctrina, confiesa que Jesucristo es el Salvador; que el Dios de Israel es bueno y para siempre su Gloria está con los que le aman.

Dios los continúe bendiciendo.