sábado, 6 de diciembre de 2008

LO ESENCIAL EN TU MINISTERIO.

Hay tres cualidades o características básicas esenciales que deben tener los ministros de Cristo, además de las encontradas en:

Tito 1:7 “Ser administrador de Dios; no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no amigo de contiendas, no codicioso de ganancias deshonestas. Debe ser hospedador, amante de lo bueno, sobrio, justo, santo, dueño de sí mismo, retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen”, o en 2 de Timoteo 2:15Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad”.

Podrás encontrar muchas más, pero es importante tener en cuenta lo siguiente.

El Ministerio lo asemejo como una paloma. Una paloma no puede volar con solo un ala. O sin la cola. Tiene que tener el complemento para sostenerse, elevarse al aire y moverse de un punto a otro. Así debe ser tu ministerio.
PODER. En el poder debes tener el bautismo del Espíritu Santo y los Dones. Esa es la potencia y fuerza que Cristo te da. En Hechos 1:8 está “pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra”. El bautismo del Espíritu santo es un revestimiento de poder para servir, para librar las batallas espirituales. “porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas” 2 Corintios 10:4. En el poder debes tener en cuenta los Dones. Aquellos que se activan en el ministro. “Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de actividades, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para el bien de todos. A uno es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de conocimiento según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas, y a otro, interpretación de lenguas. Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere”. 2 Corintios 12:4-11.

CARÁCTER: El carácter es lo que identifica a una persona. Su temperamento, su personalidad. Es la formación de la persona. Esa misma formación debe estar evidenciada en su vida con el FRUTO DEL ESPIRITU SANTO. En Gálatas 5:22 Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.

SUJECION: Se necesita una cobertura espiritual. El ministro debe manifestar obediencia frente a una autoridad delegada por Dios. Aquí Nuestro Señor Jesucristo te da esa cobertura espiritual, a veces directa, otras veces a través de un Embajador de Su Nombre.

Sin Poder, Carácter y Sujeción es difícil sostener un Ministerio.

Cristo te ama.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy gráfica la enseñanza. Gracias mi hermano.

ABEL ADAN dijo...

Discúlpame por dibujar la paloma un poco excesiva.
Pero doy gracias a Dios que sea inteligible.

Dios te continúe bendiciendo Alí.