domingo, 6 de diciembre de 2009

EL APOSTOL PABLO CON INTERNET. SAULO EL INTERNAUTA.


Imaginarnos que en aquella época Pablo de tarso tuviese internet, es algo divertido. Miles y miles de correos electrónicos a todas las iglesias de los continentes que Pablo solía visitar, donde se difundía el cristianismo.

Un hombre culto, con una solida formación lingüística. Correos en arameo, latín, hebreo, griego, estarían circulando por el mundo. Quizás la propagación del evangelio fuese más rápido; o quizás las enseñanzas de la Palabra dieren el mismo fruto o más fruto. No sabríamos decir. Quizás los ataques de los hacker fueren más tenebrosos; quizás los murmuradores o enemigos de la fe no estarían de acuerdo con el sistema, o tratarían de torpedear la enseñanza de Cristo.

Quizás tuviese un computador todo terreno, equipado para largos viajes sobre el mar y la tierra. Su esfuerzo por hacer universal el mensaje de Jesús estaría compilándose en varias USB o CDs. Trataría de tener un antivirus bien potente contra toda amenaza encubierta.

Pero no.

La historia es y fue mejor. El mensaje es uno y tienes que llevarlo en tu corazón. Jesucristo murió por ti, perdonó nuestros pecados, nos ha dado la Salvación.

Si tienes un medio por el cual das a conocer las buenas nuevas del Evangelio, la Palabra escrita por el Espíritu Santo, es hora que procures irradiarlo por todo el mundo.

Divulga la sana doctrina, confiesa que Jesucristo es el Salvador; que el Dios de Israel es bueno y para siempre su Gloria está con los que le aman.

Dios los continúe bendiciendo.