sábado, 26 de abril de 2014

EL DIA DE PENTECOSTES Y LA TORRE DE BABEL- PRIMERA PARTE.




Hoy quiero hacer una comparación entre dos sucesos: el día de pentecostés y la torre de Babel. Temas que dejan una profunda enseñanza más allá de lo que pensamos, más allá de lo que vivimos, porque siempre estará en tu pensamiento, siempre estará sobre ti, en cualquier momento de tu vida, la construcción de una torre, o la llama de una lengua de fuego sobre ti.


Vamos a dividir el tema en tres partes: primero hablaremos de la edificación de la ciudad llamada Babel, luego de la reunificación de la humanidad con el derramamiento del Espíritu Santo en el día de Pentecostés y por último las comparaciones al respecto. A Dios pido, en este momento, que nos dé sabiduría para escribir, para explicar, para hacer agradable y grato el mensaje, comprensible a mis hermanos, te bendigo a ti, que lees estas palabras, bendigo a los tuyos, a las personas que amas, en el Poderoso Nombre de Jesucristo de Nazaret.


Bien, trasportémonos para aquella época, en la que toda la tierra tenía una sola lengua, en la que todo el mundo hablaba un solo idioma. 

En la que muchos hombres hallaron una llanura en la región de Sinar, para quedarse a vivir allí ¿se imaginan las llanuras de aquella época? Sin contaminación, pastos verdes, cielo azul, aguas cristalinas. Veamos lo que dice la Palabra de Dios en Génesis 11:1, en la versión reina Valera 1995.



Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras. Aconteció que cuando salieron de oriente hallaron una llanura en la tierra de Sinar, y se establecieron allí. Un día se dijeron unos a otros: «Vamos, hagamos ladrillo y cozámoslo con fuego»

Así el ladrillo les sirvió en lugar de piedra, y el asfalto en lugar de mezcla. Después dijeron: «Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéramos esparcidos sobre la faz de toda la tierra».

Jehová descendió para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos de los hombres. Y dijo Jehová: «El pueblo es uno, y todos estos tienen un solo lenguaje; han comenzado la obra y nada los hará desistir ahora de lo que han pensado hacer. Ahora, pues, descendamos y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero».

Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad. Por eso se la llamó Babel, porque allí confundió Jehová el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra.



La expresión “torre de Babel” no se encuentra en el antiguo testamento, se emplea para describir la torre que se había proyectado construir como punto de referencia muy elevado relacionado con la ciudad y sus adoradores. Se supone que quedó incompleta al igual que la ciudad, y que era una torre templo escalonada, de varios pisos.



Esta historia relata el paso hacia la urbanización de los hombres; aunque Caín fue el primero que edificó una ciudad (génesis 4:17); las ciudades eran un grupo de casas protegidas por una muralla o defendidas por unas torres dentro de un perímetro. Las calles de las ciudades de aquella época eran muy estrechas, algo sinuosas y sucias. Algunas calles hasta tenían nombre, en la palabra de Dios en el libro de Jeremías lo dice. Pero todos sabemos que la ciudad por excelencia en la Biblia es Jerusalén.


Pues bien, la historia dice que los hombres querían hacer una ciudad y UNA TORRE que llegara al cielo. 


En la antigua Mesopotamia existían como templo, las famosas torres escalonadas llamadas zigurats que tenían varios cuerpos y niveles superpuestos, aunque en el relato, la torre no aparece como un símbolo religioso, o templo de adoración, más bien pareciera una EXPRESION DE ALTIVEZ HUMANA que se suponía construir una civilización para SU PROPIA GLORIA, su propio agrado sin tener en cuenta a Dios.


La torre tenía que llegar al cielo; nótese que esto era un proyecto desmesurado, que pretendía traspasar los límites; La construcción de la torre no tenía nada de malo, lo perverso era su intención. ¿se imaginan cuantos hombres se sacrificaron, murieron en la construcción? Les importaría más la vida de un hombre o la pérdida de un ladrillo?. Inagotables días, de planeación, y ejecución, sobresalen en el relato. 

 Algunos entendidos relacionan la visión de Jacob de una escalera y una puerta del cielo, con un zigurat del tipo que se levantó en Babel.



Otra de las innovaciones en la construcción de esta ciudad,  era el ladrillo y el asfalto. Ya no eran piedras y mezclas. Estaban perfeccionando sus métodos. Algunos eruditos dicen que los ladrillos en la cúspide de la torre, habían de tener el color del cielo. 

Fijémonos bien que lo calentaban con fuego, para hacerlo más firme; en la foto puedes ver la forma artesanal ( no es similar ) pero si puede darnos una idea de cómo lo hacían en aquella época. Originalmente se tomaba el barro, mezclado con paja y se amasaba pisando y saltando sobre él (Nahúm 3:14); se ponían en bloques, dejándolos secar al sol, produciendo piezas de adobe; luego con el descubrimiento del fuego lo cocían. Los israelitas en Egipto fabricaban ladrillos para las grandes construcciones del faraón ( Ex 1:11-14; 5:6).


Del asfalto ni hablar; en el extremo sur del mar muerto valle de sidim, tenía abundancia de pozos de asfalto (génesis 14:10); antiguamente ( y en el presente) lo utilizaban para calafetear barcos, impermeabilizar paredes y pavimentar vías.


El asfalto y el ladrillo eran su materia prima. Sin importar el coste de la mano de obra, todos se ponían al trabajar, costara lo que costara. Hasta la propia vida. El único centro de atención era la construcción de la torre QUE LLEGARA AL CIELO para RESALTAR SU FAMA, su POPULARIDAD.

 
La pretensión de llegar al cielo era una desobediencia a Dios, ya que EL había dado la orden de llenar la tierra; prefirieron concentrarse. Querían ser famosos. 

Quizás la torre la querían hacer para fines religiosos y propósitos idolátricos. No era para usarlos como plataforma para los atalayas, o ponerlos en puestos fronterizos o lugares claves con fines defensivos; querían ser acreditados.


Después Dios bajó a ver la ciudad y la torre que estaban construyendo. Y vio que tenían un solo lenguaje y  que habían comenzado hacer ese trabajo de orgullo propio. Los hombres estaban enceguecidos, nada les iba a impedir su proyecto.

Y entonces fue cuando……BAJARON, NOTESE BIEN en Génesis 11:7….….BAJARON a confundir su idioma, a confundir su lengua, para que no se entiendan entre ellos. En otras versiones dice: DESCENDAMOS; descendamos quiénes? Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo. Aquí estaba la trinidad, algo que muchos debaten, porque no alcanzamos a comprender la Gloria, el Poder, la Misericordia, la Grandeza de Nuestro Dios de Israel.


Así fue como el Señor los dispersó y por eso la ciudad se llamó Babel. La tradición babilónica atribuía al nombre de esta ciudad el significado de puerta de Dios o puerta de los dioses. El relato bíblico no sin ironía, lo asocia en cambio con el verbo del hebreo balal que significa confundir. 


 Aunque todavía no hay pruebas arqueológicas que ratifiquen la presencia de una ciudad en Babilonia, en algunos contextos de la tradición babilónica indican la restauración de una torre templo, lo que sugiere la existencia de una ciudad sagrada en aquel lugar.

Espero que haya sido de agrado dicho relato. 

Dios les continúe bendiciendo.